A las 7:20 sonó el pututu y cinco amautas que encabezaron la caravana dieron inicio a la entrada del Señor Jesús del Gran Poder y ahuyentaron a los malos espíritus, augurando una jornada tranquila y positiva.
La comitiva que partió acompañada de la banda Eduardo Caba y estuvo compuesta por folkloristas, el presidente de la asociación de Conjuntos Folklóricos, Fernando Valencia; por el oficial mayor de Cultura, Walter Gómez; por el subalcalde, Felipe Flores, y el alcalde Luis Revilla.
Aunque el desorden prevaleció al inicio, pues faltaban varios integrantes de las fraternidades, la primera danza en hacer su paso fueron los sicuris de Italaque de la Comunidad 3 de Mayo, con sus característicos bombos y zampoñas, ganadores de la categoría mejor danza autóctona del año pasado.
Luego ingresó una ordenada llamerada San Andrés y una incompleta morenada Los Fanáticos, también últimos vencedores en las categorías danza liviana y pesada, respectivamente.
La primera danza, de las 60 que están en competición (además de las tres ganadoras de 2010), fue la Diablada Tradicional Unión de Bordadores, que a pesar de ser 35 integrantes ingresaron junto a dos bandas.
Fraternidades
La Morenada Comercial Eloy Salmón comenzó su paso cerca de las 9:00 y sobresalió en las cholas la matraca en forma de un reproductor de DVD portátil.
“Ocho años que bailo por devoción al tatita del Gran Poder, pidiendo salud para toda mi familia”, dijo René Ramos, integrante de la Comercial Eloy Salmón.
Después ingresó la Juventud Wacas Estrellas del Gran Poder, entre los cuales sobresalía un kusillo que saltaba de un lado a otro. Una de sus integrantes resbaló con una cáscara de plátano y se fracturó la tibia.
También hicieron su ingreso la Kullawada Mallkus Perdidos del Gran Poder de la mano de la banda Grecos Criollos.
Otra reconocida fraternidad que hizo su ingreso fue la Morenada Los Catedráticos, que entre sus filas contaba al senador oficialista Eugenio Rojas. Todos lucían en sus matracas la réplica de una obra del artista plástico Mamani Mamani.
Luego hicieron su paso los Doctorcitos Luminosos, las morenadas Diamantes y los Rebeldes, la Diablada Arte Illimani, Waca Tocoris Aymaras y Caporales Urus, entre otros.
El evento folklórico concluyó con el paso de las 63 fraternidades pasada la mediancoche, quienes finalizaron su recorrido en el parque Rosvelt.
Punto de vista
“Las fiestas no son las mismas, en el sentido de la fuerza y devoción. La entrada del carnaval (de Oruro) es una peregrinación hacia el Santuario; está referido a la mitología Supay, es el reencuentro con dos iglesias, además representa la dominación colonial, es una representación del enfrentamiento con otras formas coloniales de dominación religiosa. En cambio la entrada del Gran Poder es una expresión social, cultural y de identidad, además está la devoción. También se puede ver otros elementos culturales como la lucha y resistencia de un sector social a través de la danza para ser reconocido dentro del sistema social-cultural de discriminación que había antes”, explicó David Mendoza, sociólogo e investigador, al referirse a las diferencias entre el Carnaval de Oruro y la entrada del Gran Poder.
La danza de la diablada, tradicional en el Carnaval de Oruro, tiene su origen en la época de los urus, mucho antes que las culturas aymara y quechua. Luego de un proceso de simbiosis con lo católico-occidental, se mezcla con el diablo.
El origen de la morenada es incierto, unos dicen que fue en Oruro y otros en La Paz. Sin embargo, en lo que coinciden los historiadores es en la afirmación de que representa las largas y dolorosas caminatas de los negros traídos de África hacia Potosí.
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