miércoles, 27 de abril de 2016

La Celebración de San Juan en Bolivia


Cada año en Bolivia se celebra la noche de San Juan. Según los historiadores, esta fiesta tiene su origen en la parte céltica pagana de Europa, que celebraba la entrada en el verano. Cuando Europa fue evangelizada por la religión católica, esta fiesta pagana fue transformada en San Juan. En los Andes, los Incas ya celebraban la noche del 23 y 24 de junio. Esa celebración se llamaba el Inti Raymi lo que significa en castellano la “fiesta del sol”. Con la llegada de los españoles, se siguió celebrando esta noche, pero en honor al santo católico San Juan.

Tradicionalmente se realizaban hogueras familiares en las cuales, se quemaban muebles y cosas viejas de madera que se reunían a lo largo del año anterior, con el símbolo de deshacerse de lo viejo para dar paso a lo nuevo. Se podía añadir a la fogata cualquier objeto que representaba un mal recuerdo, y así se exorcizaban los malos sucesos de los doce meses anteriores.  En el fuego se calentaban patatas, que luego eran ofrecidas a los asistentes para así asegurarles alimento suficiente durante todo el año. Al día siguiente, en las cenizas de las cosas quemadas, se podía leer la suerte para el año porvenir. La gente velaba toda la noche alrededor del fuego, bailando y saltando arriba del mismo, mientras los niños lanzaban fuegos artificiales.

Hoy en día ya no se puede hacer fogatas porque daña al medio ambiente y a la salud de la población, ya que antiguamente las ciudades se quedaban llenas de humo los días siguiendo a San Juan. Solamente en algunos pueblos se continúa la tradición de San Juan, haciendo fogatas y brasas donde la gente pasa sobre estas a modo de diversión y se hacen saltos a las fogatas.

Actualmente en Bolivia se celebra San Juan ya no con fogatas pero con parrillada, entre amigos y familias. Se come hot-dog y buñuelos y se toman bebidas calientes típicas como el apí (bebida dulce y caliente a base de maíz blanco o rojo) o el sucumbé (aguardiente de uva con 3 leches caliente y canela) ya que es la noche más fría del año en el hemisferio sur. Hoy en día, se lee la suerte en un vaso en el cual se echa un huevo y cerveza, o entonces en estaño fundido, en la mañana del 24 de junio.

Algunas creencias se han creado a lo largo de las celebraciones de San Juan, como por ejemplo el hecho de que si uno madruga en la noche de San Juan, no pasará sueño todo el año. Se dice también que si se quema algo que quiere olvidar, tendrá bienestar todo el año. Por fin, los solteros y las solteras, en la mañana del 24 de junio, se asoman por la ventana de su casa y verán pasar el amor de su vida.

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