domingo, 10 de abril de 2011

Jisk’a Anata y la ritualidad que evoca su nombre

El carnaval en La Paz tiene un trayecto maratónico. El viernes se ch’allan oficinas y algunos negocios, el sábado de carnaval es el corso infantil, el domingo es la entrada oficial de pepinos y disfraces, el lunes se baila en el Jisk’a Anata, el martes se realiza la ch’alla y el siguiente domingo es la entrada de Ch’utas. Un cronograma agotador por dónde se vea.

Los investigadores Víctor Hugo Ricaldi y Yolanda Borrega estudiaron precisamente una de las manifestaciones públicas del carnaval. En su estudio titulado Configuraciones lúdicas y turísticas en torno al Jisk’a Anata plantean que éste es una mera creación institucional del gobierno municipal, específicamente de la gestión de Julio Mantilla, a principios de la década de los 90.

El Anata, la celebración de la que toma la figura, es rural, se realiza en el ámbito campesino, con el agradecimiento a la Pachamama por la producción obtenida. Las comunidades ejecutan prácticas rituales como la ch’alla de los cultivos y la t’icanchada (rociar flores y confites), combinada con la fiesta para agradecer a la tierra por sus frutos. En zonas de Potosí florecen los cultivos de papa y la gente saca el mak’unku (fruto exterior) para lanzarlo mutuamente con el propósito de que revienten, lo que significa que habrá una buena cosecha de tubérculos.

El Jisk’a Anata (pequeño Anata), en cambio, está despojado de esa ritualidad y se realiza sólo en la ciudad, un tanto apoyado en la presencia de asentamientos de origen campesino en zonas urbano populares.

El sociólogo Ricaldi explica que el Jisk’a Anata comienza en 1992, como parte de todo un proyecto que en ese momento respondía incluso a la creación del partido Condepa. Una ordenanza municipal declara al Jisk’a Anata como parte de las tradiciones paceñas y del carnaval paceño, sin un compromiso colectivo o social que le diera sustento. El lunes fue fijado además para no coincidir con la entrada en Oruro que sucede el sábado.

La ordenanza municipal determina que la entrada de bailarines el lunes de carnaval se realice en varias zonas de la ciudad simultáneamente, aunque esto nunca se concretó. Ricaldi dice que esta convocatoria no ha tenido éxito porque el lunes es día de agotamiento festivo y preparación para el día central: el martes de ch’alla.

En los tres primeros años de institucionalización del Jis’ka Anata participaron conjuntos folklóricos llegados desde las comunidades y provincias, los que realizaron rituales de agradecimiento a la Pachamama. En los últimos años, sin embargo, esa presencia se ha reducido a cero.

En su lugar comenzaron a participar fraternidades y asociaciones culturales, así como conjuntos de la universidad. La ritualidad ha quedado en casi nada y, en su lugar se desarrolla una especie de entrada común.

Ricaldi dice que el Jisk’a Anata se ha mantenido por más de 15 años, a pesar de todo, por gestiones del municipio de La Paz. La población, sin embargo, tiene a esta fiesta como otra más dentro del amplio cronograma de actividades del carnaval.

El investigador y sociólogo Víctor Hugo Ricaldi puede ser contactado al correo fhceturismo@hotmail.com 

Las reinas, eje y motor del carnaval cruceño

Alejandra Boschetti

El carnaval de Santa Cruz de la Sierra es conocido como “la fiesta grande de los cruceños.” Posee, en su estructura y vestimenta, características que lo diferencian de los realizados en el Altiplano y sobre todo del mundialmente conocido Carnaval de Oruro. A diferencia de los otros, el carnaval cruceño gira alrededor de las reinas.

Es una fiesta paradigmática, de carácter ciudadano y de estructura clasista ya que, reproduciendo las divisiones de clase existentes, cada estamento social participa de la misma de distinta manera y en escenarios separados pudiéndose distinguir dos eventos principales: El Corso Principal o “Corso del Centro” y el “Corso de los Barrios” o ciudadelas. Estos a su vez son organizados también por dos instituciones diferentes: la Asociación Cruceña de Comparsas Carnavaleras (ACCC) y la Federación de Comparsas Carnavaleras de las Ciudadelas (FECCI).

La primera agrupa a las comparsas carnavaleras que representan, al igual que las fraternidades, a la clase media alta y alta de la sociedad cruceña. Es la responsable, junto con el Consejo Municipal, de la organización de las fiestas precarnavaleras (las “precas”), la coronación de la reina del carnaval y el corso de la ciudad. La FECCI a su vez, agrupa a las comparsas carnavaleras de los sectores más pobres de las llamadas “ciudadelas” (Villa Primero de Mayo, Plan Tres Mil y Pampa de la Isla) y está encargada de la organización de la fiesta del carnaval de los barrios, su corso y la coronación de su reina.

Las comparsas, al igual que las fraternidades, definen socialmente a sus integrantes ya que su pertenencia a una u otra brinda información sobre la edad aproximada del individuo, su situación económica, sus amistades, la relación que éste tiene con la estructura de poder o quiénes lo detentan. Cada una de las comparsas tiene su reina, pero sólo una es elegida cada año como la Reina del Carnaval. La “comparsa coronadora” tiene a su cargo la organización de todos los festejos relacionados con la fiesta: “precarnavaleras”, coronación de la reina y corso.

A la coronación de la Reina del Carnaval, hecha por el Alcalde Municipal, asisten también la Reina Infantil (elección organizada por las Damas del Rotary Club Santa Cruz), la Reina de Antaño (elección organizada por las damas del Círculo de la Amistad) y todas las demás reinas de comparsa con los trajes que lucirán en el corso. Previo a la coronación se presenta un espectáculo cuya temática rescata elementos de la cultura y la idiosincrasia cruceña.

El carnaval refleja también las relaciones de género existentes en la sociedad cruceña. Con excepción de siete , el resto de las 161 comparsas de la ACCC, son integradas sólo por hombres porque según Gandarilla Guardia “El elemento masculino, aunque siempre inspirado en la mujer, en nuestra sociedad es indiscutiblemente el poseedor del poder político, económico y social; por lo tanto es quien se encarga de la organización de tan trascendente manifestación cultural".

Las esposas de los miembros de la comparsa coronadora acompañan a la Reina del Carnaval en todos los eventos, sobre todo en las fiestas donde sólo asisten mujeres (por ejemplo la Fiesta de Sombreros organizada por la agrupación femenina Sálvame con fines solidarios) organizando a su vez el “Café típico de las Reinas” cuyo propósito es reunir a las soberanas de todas las comparsas con la reina del Carnaval y promover las tradiciones cruceñas a través de la vestimenta (todas las reinas asisten vestidas de “tipoi”) y los horneados típicos.

Al decir de los mismos cruceños, el Carnaval, es un instrumento en la defensa de su identidad y valores. Es un espacio utilizado para fortalecer las costumbres y tradiciones cruceñas.

El “Corso del Centro” es el evento más importante del carnaval. Se realiza dentro del radio céntrico de la ciudad y su evolución a través de los años es reflejo de los diferentes momentos de la historia de Santa Cruz. A partir de la década del 90 se intenta imprimirle un carácter regional, rescatando símbolos y costumbres locales. En el 2004 por ejemplo, tanto el traje de la reina, Olivia I (“leyendas de la noche”) y su carroza (“el carretón de la otra vida”) como los de las demás reinas hicieron alusión a elementos culturales cruceños. La carroza más destacada ese año fue “El tren del carnaval”, un enorme y luminoso tren en alusión a Santa Cruz como la ciudad que tiene a su cargo poner en movimiento la economía boliviana en tanto la región es considerada como la “locomotora económica” de Bolivia.

El corso del año 2007 en tanto fue, al decir de los medios, el más “cívico” por la cantidad de carros alusivos al pedido de autonomía cruceña. Junto con carros con motivos chiquitanos, pudieron verse otros con la leyenda “Sí o sí” haciendo alusión a la autonomía y símbolos tales como el escudo cruceño, el Cristo, la bandera cruceña, etc. Los premios otorgados por el jurado, refuerzan esta tendencia: el premio 2007 a la “alegoría regional” (el premio más importante, Bs 5000) fue para la comparsa “Haraganes” por su carro “Mojón de la autonomía”, mientras el premio a la “Reina regional” (de Bs 4.000, mil más que el premio a la reina universal), fue otorgado a la reina “Soberana autonómica” de la comparsa los “Taitaos Jrs.” La misma, con un traje verde y blanco presidía un carro alegórico que rendía tributo al cabildo del millón. Dicha comparsa fue también seleccionada como “comparsa coronadora” 2008.

Los diferentes corsos barriales, realizados en los barrios periféricos conocidos como “ciudadelas” fueron agrupados en el 2004 en el “Corso de los Barrios” y tuvieron también como tema central el rescate de las costumbres cruceñas. Las comparsas desfilan en carros alegóricos tirados por bueyes y caballos y con grandes ruedas de madera como los utilizados a mediados del siglo XX. Al igual que el Corso del Centro, un jurado, integrado por personajes de la cultura y la política cruceña, premia los mejores carros y trajes. Las tradiciones del Oriente son exaltadas también mediante el ritmo de taquiraris, brincaos, carnavales y chobenas tocados por las “tradicionales” tamboritas y la venta de horneados y bebidas típicas. El énfasis puesto en el rescate de las tradiciones cruceñas y la premiación de los jueces adquiere otro significado si tenemos en cuenta que la gran mayoría de la población de estos barrios es de migrantes venidos desde el Altiplano. 

Carnaval de Oruro, confluencia de ritos andinos y católicos

El investigador Marcelo Lara dice que el Carnaval de Oruro es una confluencia de antiguos ritos andinos y ritos católicos, que han vivido intensas transformaciones con los años.

Los ritos andinos están en un contexto de origen agrario prehispánico, vinculado a las lluvias y a la visita de lugares sagrados en las serranías. El acontecimiento comenzaba con el tiempo de lluvias, a inicios de noviembre en nuestro calendario, y coincidía con el culto a los muertos.

Los lugares sagrados eran visitados en esta época porque allí estaban los símbolos andinos o wacas (el sapo, la víbora, las hormigas). Sin embargo, actualmente queda más presente la estructura mitológica de la colonia, según la cual una plaga de animales (sapo, víbora, hormigas) arremetió contra el pueblo Uru hasta que llegó una Ñusta que los convirtió en piedras. Lara dice que esta interpretación trata de mostrar la existencia de la Virgen católica desde tiempos anteriores a la llegada de los españoles.

Sobre los ritos católicos por excelencia, Marcelo Lara dice en que el siglo XVIII surge el relato sobre la aparición de la Virgen católica en el contexto minero. El cuento habla de un hombre que robaba en la villa a los ricos para darles a los pobres y que era devoto de la Virgen de la Candelaria. En una ocasión el hombre desapareció, y sus vecinos lo encontraron en un socavón a los pies de la imagen de la santa. Ahí es posible encontrar el origen de la entrada del Carnaval de Oruro, porque desde entonces los mineros decidieron bailar en honor de la Virgen del Socavón.

Este relato está vinculado, en el tiempo, al hecho histórico del 10 de Febrero (gesta revolucionaria). “El cuento sobre la aparición de la Virgen parece ser una interpretación para encubrir los ritos anteriores, y de alguna forma para que la Virgen aparezca como símbolo central”, opina Lara.

Sin embargo, el diablo pudo más que el afán de hacer desaparecer algunos mitos. Durante la colonia también surgió un nuevo símbolo dentro de la mina que es el Tío, Diablo o Supay que en época prehispánica designaba al espíritu de los muertos.

Actualmente el Diablo es el personaje central del Carnaval de Oruro y el baile central de esa festividad está dedicado a él: la Diablada. Lara dice que los misioneros coloniales introdujeron en América los autos sacramentales como un instrumento pedagógico para evangelizar a los indígenas. Por eso es que el baile (en el que un ángel se enfrenta a varios diablos) tiene esa estructura de lucha entre el bien y el mal. En Oruro colonial, esta figura se adaptó al Tío de la mina, que tenía su antecesor en el Supay o espíritu de los muertos.

Aunque no se puede afirmar que ahora el Carnaval de Oruro tiene un contexto campesino, este acontecimiento anual se desarrolla en un proceso ritual que comienza en noviembre (Todos los Santos), junto con las lluvias, cuando los muertos aparecen, y va hasta febrero o marzo.

“El Carnaval ahora sucede menos en un contexto sagrado. Tiene mucho que ver con cómo se han ido banalizando algunos espacios sagrados. La gente acude a estos lugares (wacas) para pedir beneficios económicos, espirituales, morales, salud o trabajo”, comentó el investigador para finalizar.

El investigador Marcelo Lara puede ser contactado a través del correo electrónico marcelolara71@yahoo.es.

El carnaval de Jaihuayco lidia con lo políticamente correcto

¿Es posible exigir lo políticamente correcto en carnaval? El carnaval de Jaihuayco, que se desarrolla dos semanas después del corso de Oruro, mantiene ese espíritu grotesco y de excesos que caracteriza a esta festividad, por obra y gracia de los sectores populares de la ciudad de Cochabamba.

El sociólogo e investigador Mauricio Sánchez cree que se trata de una especie de “Frankestein carnavalesco” donde es posible ver de todo un poco, desde disfraces políticamente correctos hasta el travestismo que hace escarnio de lo femenino.

“En Jaihuayco, a pesar de ser subordinado al carnaval de Oruro y al Corso de Corsos, se mantiene lo que el carnaval debería ser: un espacio totalmente grotesco, recupero a Bajtin, el exceso de la carne que ha caracterizado (a esta fiesta) desde la Edad Media en Europa”, dice Sánchez.

La descripción es elocuente: grupos de hombres disfrazados de enfermeras eróticas, Magníficas, chicas jailonas (de las élites) o cholitas, se confunden con comparsas carnavaleras y fraternidades de bailes típicos y estructurados. Sánchez, cita a Todorov, para plantear que el carnaval es precisamente el espacio de un antiquísimo ritual de los roles invertidos que consiste en que los hombres se disfrazan de mujer (y viceversa), el juez de ladrón, el ratero de policía, el rico de paisano y el pobre de rico.

Los sectores populares que hacen el carnaval de Jaihuayco cumplen con ese rito a la perfección. A pesar de esa lógica de preestablecer un recorrido y enmarcar al público en graderías, la entrada popular mantiene su desorden, sus expresiones políticamente incorrectas y su estética grotesca que puede resultar pesada para algunas personas.

Los orígenes
Los migrantes de Norte Potosí y Oruro llegados a la ciudad de Cochabamba pusieron un perfil particular al carnaval de la zona sur donde comenzaron a asentarse hace décadas.

Según Sánchez, la prensa escrita de la segunda mitad de los 70 manifestaba su preocupación por la ausencia de una fiesta carnavalera en la ciudad de Cochabamba pues la gente se iba a Oruro o Quillacollo.

Sin embargo, en las barriadas de Cochabamba, allí donde se asientan los sectores populares, en la actual zona sur, existía y existe un carnaval de las familias migrantes que festejaban con coplas, instrumentos populares y organizados en “pandillas”.

Según Sánchez, el dirigente Napoleón Fernández organizó a estos grupos que actuaban espontáneamente para que coincidieran todos en una entrada de carnaval, la otra versión oficial dice que un grupo de vecinos de la avenida Siles, detrás de la Coronilla, había decidido a fines de la década de los 50 hacer esa entrada.

Es así que ese carnaval festejado sin ceremonias y al libre albedrío en la zona de Jaihuayco comenzó a oficializarse. Sánchez dice que, actualmente, el carnaval de la zona sur está vinculado a las instituciones creadas por la Participación Popular, como las Organizaciones Territoriales de Base (OTB).

El corso de Jaihuayco se hace una semana después del Corso de Corsos de la ciudad de Cochabamba, que a su vez se realiza una semana más tarde que la entrada en Oruro. El equipo de investigadores, del que forma parte Sánchez, ha denominado a esto un “desplazamiento histórico” en tiempo y espacio. En este caso, el desplazamiento ha consistido en secundarizar o hacer de este acontecimiento un corso tributario, subordinado al “poder más grande”.

El sociólogo e investigador Mauricio Sánchez Patzy participó del equipo investigador Nudos SURurbanos y puede ser contactado en el correo jamapasa@hotmail.com. 

El carnaval de la ciudad de Tarija, una conjunción de campesinos y citadinos

El churo carnaval chapaco 2009 se inició en enero con el anuncio de la fiesta hecho por 147 jinetes y sus mozas. La caja y el erque, la copla y el contrapunto, gobiernan la temporada de carnaval. Los citadinos y los campesinos se fusionan en distintos encuentros festivos.

Según el antropólogo Lorenzo Calzavarini, hace una década más o menos se pretende instalar en Tarija un Carnaval “a la chapaca”, recuperando elementos y símbolos históricos (presencia de caballos, bailes por grupos separados, etcétera) para hacer una especie de puesta en escena o “manifestación teatral” del festejo.

A propósito de la escenificación, la oficial Mayor de la Alcaldía de Tarija, Cira Flores, explicó que una de las primeras actividades de la fiesta, aparte del mencionado anuncio, es la “liberación del carnaval” que se expresa soltando al diablo y a la diabla.

Posterior a la liberación, se vive la fiesta de compadres (infantil y adulta) y la entrada de comadres (infantil y adulta). Estas celebraciones encierran el importante ritual del intercambio de tortas, que en realidad son canastas con todo tipo de frutas y hortalizas de la temporada y un pan dulce bañado de colores.

La fiesta de las comadres es el acto central del carnaval de Tarija y está considerado patrimonio cultural. En esta ocasión se busca y elige a una persona para nombrarla comadre, una especie de pariente espiritual. La persona elegida está obligada a aceptar, y al año siguiente retribuir la cortesía que además sirve para sellar el vínculo. Se trata de un festejo en el que sólo participan las mujeres, engalanadas con trajes típicos y la mayoría adornadas con rosa pascua y albahaca.

La fiesta es el acto central del carnaval tarijeño, y paraliza todas las actividades privadas y públicas porque concentra a todas las mujeres en este festejo.

Cira Flores relata que el Yambuy coplero es otro encuentro tradicional en el que se hace un despliegue de copla y contrapunto (desafío y respuesta), con participantes llegados de las provincias y de la ciudad que compiten en destreza y creatividad.

El domingo de carnaval se realiza el corso con la rueda chapaca, la caja y el erque como protagonistas. Flores dice que se trata de la fusión del campo y la ciudad porque las comunidades más cercanas a Tarija acuden a bailar en esta fiesta. El lunes corresponde a la mojazón y baile callejero, y el martes de albahaca la rueda chapaca visita los mercados adornados con esa planta aromática.

El domingo siguiente se realiza el entierro del carnaval. En la ciudad sucede en el barrio Avaroa y algunas comunidades visitan el río San Andrés, donde lanzan simbólicamente al diablo para que no regrese sino hasta dentro de un año.

La caja y el erque se callan y se guardan para dar lugar al violín, que acompañará a futuro todo el período de la pascua católica y celebraciones religiosas.

Las máscaras de la diablada tenían alguna relación con la siembra

Las coloridas y desafiantes máscaras de la diablada –la danza reina del carnaval de Oruro y presente en todas las fiestas folklóricas del país– comenzaron a ser fabricadas hacia los años 30 en el pueblo de Paria (Oruro), aunque al principio sólo representaban a los ancianos (achachis) de la comunidad. Los mineros solicitaron luego máscaras para representar al tío de la mina (deidad del subsuelo) y con el tiempo se incluyeron elementos del mito de Wari en la misma careta.

Según datos recogidos por Ricardo López García en su libro Máscaras y Danzas de los Ayllus de Oruro (CEPA, 2007), las primeras máscaras eran de yeso y se hacían para la gente de Paria. “Tales máscaras, denominadas en aymara y quechua kasku, eran pequeñas y representaban a viejos rubios y calvos (mach’us, achachis). De acuerdo a la tradición oral se representaba a los viejos de la comunidad que pronosticaban el tiempo, ellos a través de la actuación decían a la gente cuándo se debía sembrar”.

Las máscaras fueron tomando forma para simbolizar luego a diferentes personajes de otras danzas, como el oso, el cóndor, etcétera.

Pero más allá de las actividades campesinas, para hablar de la diablada es necesario remitirse a los mitos nacidos y reproducidos en el ámbito del trabajo minero. “Don Mario Molina (hacedor de máscaras) dice que la danza de la diablada se creó en San José. Allí a uno de los mineros se le había ocurrido imitar la cara del demonio. Cuenta además que ‘en el día en el que se hace brindis a la Pachamama (ch’allaku) los mineros se visitaban entre grupos de los diferentes parajes, bailando con quenas y charangos, ahí surgió la danza y su coreografía (…)”, dice el libro de López.

Los mineros imitaban la imagen del tío de la mina a quien incluso ahora entregan ofrendas antes de extraer el mineral.

A medida avanzó el tiempo, las máscaras de la diablada incorporaron el mito de la deidad Wari. Según este mito, “Wari mandó plagas: un lagarto, víbora, hormigas y sapo a los urus (primeros pobladores de la actual Oruro). Luego había aparecido una princesa incaica (ñusta) o la milagrosa Virgen del Socavón, pues Wari que era muy malo, amenazaba con exterminar a todos los habitantes”. La ñusta tuvo tal fortaleza que logró la expulsión de las plagas, y el pueblo comenzó a venerarla.

Las máscaras actuales de la danza de la diablada tienen incrustadas la víbora o el lagarto, el sapo o las hormigas, en afán amenazador. Además del diablo, posteriormente apareció toda una jerarquía de demonios menores como Lucifer, Satanás y la China Supay (diabla mujer). La danza representa la lucha entre el bien y el mal, por eso cada uno de los siete pecados capitales (personificado por un diablo) también tiene su propia característica. El resto de diablos de una comparsa son una especie de soldadesca seguidora del diablo jefe, y sus máscaras son casi similares entre sí.

La religiosidad católica puede verse en este baile, que representa la antigua lectura de los autos sacramentales. Desde la década de los años 30, los mascareros han innovado en sus creaciones a partir inclusive de las películas de terror.

Contacto
Para contactar con el compilador del libro Máscaras y Danzas de los Ayllus de Oruro, Ulpian Ricardo López García, es posible contactarse a ulpianricardo@gmail.com. 

La raíz y el origen del carnaval de Oruro

Gilberto Pauwels*

Cuando se habla del origen del Carnaval de Oruro, se mencionan diferentes textos, que se tipifican como relatos, tradiciones orales, leyendas o mitos. De hecho se trata de cuatro historias diferentes que juntas explican el origen y el significado único de esta celebración.

1. Las plagas de Huari, publicado por Vicente Terán en 1943. Esta leyenda cuenta como el "semidiós o monstruo" Huari intenta castigar a los Urus por adorar a Pachacamaj, representado por Inti. Les manda, una tras otra, cuatro plagas: una víbora, un sapo, un lagarto y hormigas para que destrozan la ciudad. No logra su objetivo por la intervención de una ñusta, que mata a los animales y les convierte en piedras y en arena. Esta mujer salvadora se identifica posteriormente como la Virgen del Socavón. De este manera se explica la celebración de los ritos, tanto andinos cono cristianos, del Carnaval de Oruro.

2. La lucha entre ángeles y diablos (ángeles caídos). La historia de la lucha celestial entre los ángeles y su réplica en la tierra, están presentes en lo que son conocidos como los "relatos" o espectáculos teatrales que forman parte de la celebración del Carnaval de Oruro. Un personaje central en la sumisión de los diablos es San Miguel, patrono del Asiento Minero San Miguel de Oruro, que en 1606 se transformó en la ciudad San Felipe de Austria, hoy Oruro.

3. El castigo al ladrón Chiru-chiru, publicado por José Víctor Zaconeta en 1925. Según la tradición oral, Chiru-chiru (sobrenombre que proviene de un pájaro) fue un vagabundo y ladrón que gozaba de la protección de la Virgen del Socavón mientras quitaba bienes de los ricos para compartir con los pobres. Cuando un día más bien quiso robar de un pobre, quedó desamparado por la Virgen, fue descubierto robando y herido mortalmente. Su muerte fue la ocasión para redescubrir la imagen de su veneración, que fue la Virgen de Candelaria, pintada en la pared de su guarida, que desde entonces se transformó en "el sitio de una romería incesante".

4. La fuga frustrada de Nina-nina (1789), publicado por Emiterio Villaroel en 1908. Otra tradición oral cuenta lo que pasó con Anselmo Belarmino, alias el bandido y ladrón Nina-nina, el sábado de Carnaval del año 1789. Después de poner una vela y de orar "ante la imagen de una Virgen de Candelaria, pintada en la pared de un solar abandonado y casi destruido", Anselmo va a la tienda de Lorenza, su enamorada. El padre de la chica, Sebastián Choquiamo, les había negado el permiso de casarse y por eso optan por escaparse de la casa. Pero, durante la fuga, se enfrentan con el padre, lo que da origen a una pelea, en la cual Anselmo cae moralmente herido. Al joven abandonado se presenta una "joven hermosa" que le lleva al hospital y que llama al cura Don Carlos Borromeo Mantilla para que le reciba la confesión. Anselmo cuenta al sacerdote que ha sido ayudado por la Virgen de la Candelaria y le revela el lugar oculto donde se encuentra la imagen de la Virgen, de la cual es devoto. Desde entonces nació "el culto frenético que se profesa a la Virgen del Socavón".

Es evidente que cada uno de estos textos ha aportado de diferente manera al Carnaval de Oruro. Las luchas míticas contra los animales diabólicos y con los mismos diablos, presentan el contexto global: participamos a una confrontación histórica entre dos mundos, entre por un lado la civilización española y la religión católica de la Virgen y de los ángeles; y por el otro lado el mundo andino, considerado como de los diablos.

Las historias de Chiru-chiru y de Nina-nina tienen como finalidad explicar cómo surgió concretamente le veneración de la Virgen del Socavón. Los relatos no son contradictorios. Ambos relatos presentan un hecho histórico que puede explicar el inicio de la fiesta en honor de la Virgen de Candelaria, no el 2 de febrero, sino en los días de Carnaval. Ambas historias coinciden en que la muerte violenta de un personaje, que nadie había identificado anteriormente como el autor de las frecuentes robos en la ciudad, hace que se redescubre una imagen olvidada de la Virgen de Candelaria en una zona abandonada de la ciudad. El hecho mismo del redescubrimiento no es extraño. Oruro que antes había llegado a ser una urbanización de hasta 75.000 habitantes, en aquellos tiempos se había reducido a una población de apenas 5.000 habitantes. Gran parte de la ciudad estaba en ruinas.

¿Pero cuál haya sido el acontecimiento preciso que dio origen al Carnaval orureño, ¿la infidelidad del buen ladrón Chiru-chiru o la historia de amor de Nina-nina? Me parece evidente que ha sido el asesinato del novio y eso por varios razones:
• El es relato más antiguo.
• Proviene de un presbítero que lo presenta como la transcripción de un manuscrito ya existente con la finalidad de que motiva la Novena de la Virgen del Socavón. Contiene fechas y nombres.
• La historia de amor de Nina-nina es algo común y corriente en la vida cotidiana, mientras que el cuento de Chiru-chiru parece un cuento educativo, inspirado en la tradición andina y cristiana, que sostiene que quién ayude a los pobres, recibirá favores divinos. Así por ejemplo, se cuenta que en Dios Viracocha visita a las familias como un anciano hambriento y desamparado y que posteriormente apremia a los que le han recibido generosamente.
• J.V. Zaconeta, autor de la historia del buen ladrón, menciona que ha interpretado y adaptado la tradición "a la versión que nos ha parecido más lógica". Así por ejemplo dice que no le parece aceptable que la Virgen puede haber abandonado al herido en el hospital en manos humanos.

Sean lo que sean las circunstancias en las cuales se ha redescubierto la imagen de la Virgen de Candelaria, queda la pregunta cómo se ha llegado concretamente a unir la fiesta de la Virgen a las festividades de Carnaval. Eso es el punto más original del Carnaval de Oruro, para lo cual J.V.Zaconeta nos da una explicación.

Una vez enterrado la persona asesinada, que había sido identificada como el ladrón desconocido y como devoto de la Virgen redescubierta, los vecinos de Barrio Minero, al cual pertenece la Virgen, se reúnen y llegan por unanimidad a ciertos acuerdos.

La Virgen del Socavón
Deciden de cambiar el nombre de la mina que trabajan de "Pie de Gallo" en "Socavón de la Virgen". El nombre "Pie de Gallo" ya existía antes de la fundación de la ciudad y tiene su origen en el hecho de que las vetas de plata están ubicadas de tal manera "que se hace un modelo en forma de pie de gallo" (Informe de Felipe de Godoy, 1607). En el cerro Pie de Gallo hubo además ya en este tiempo dos vetas con el nombre "Virgen de Copacabana" (originalmente de Candelaria), en propiedad de Juan Xuares de Yllanes. Así que no es de sorprender que la Virgen de Candelaria, ubicada cerca del llamado socavón de la Virgen, pronto recibe el nombre de Virgen de Socavón.

La decisión más importante es de organizar anualmente una fiesta de la Virgen, como corresponde a una Santa Patrona. Pero lo original es –y aquí está precisamente el origen de la originalidad del Carnaval de Oruro– que se decide que la fiesta sea movible y que se celebre el sábado de Carnaval, "pese a los calendarios, bulas y ritos de la Iglesia Católica". Desobedientes a las normas de la Iglesia, los mineros deciden fusionar el Carnaval, - lo que se puede considerar como la fiesta más andina del año, - con una fiesta patronal, que se puede considerar como la fiesta más católica de una población o barrio. La hacen por que el redescubrimiento de la Virgen se hizo en esa época del año y por que solo para Carnavales tenían permiso para suspender el trabajo durante tres días, el tiempo que consideran necesario para una fiesta "con gran pompa".

La Diablada
Otra decisión trascendental es que todos los mineros, para esta fiesta, se van a disfrazar de diablos. De esta manera quieren "conservar ciertas tradiciones de la minería". Además determinar que deben estar Satanás y San Miguel y que van a representar "melodramáticamente" la caída de Luzbel. Este quiere decir que incorporan a la celebración no solamente el Tío de la Mina, sino también San Miguel y la pelea entre ángeles y diablos. Esta lucha ritual se transforma después en baile (una evolución que aparentemente también se dio con el tinku).

Patrona de la Mineros
Una última determinación es hacer conocer los acuerdos a "todos los mineros de las empresas de la jurisdicción".

Con eso, la fiesta de la Patrona sobrepasa los límites del Barrio Minero, la Virgen se proclama (de nuevo?) como Patrona de todos los Mineros y la capilla (hasta entonces abandonada y en ruinas) empieza a funcionar como santuario. El acuerdo de que se se deben componer canciones y villancicos especiales para la Virgen, es la parte que menos se ha cumplido.

El acta de la reunión de los vecinos del Barrio Minero, que según José Víctor Zaconeta se celebró unos tres siglos antes, fue publicada en el año de 1925 en su obra "Odas y Poemas". ¿Será que el autor haya podido consultar un documento de archivo? ¿Es producto de la tradición oral o simplemente de la imaginación del autor? No lo sabemos.

Lo que sí, es seguro, es que la originalidad del Carnaval de Oruro proviene de la fusión entre una fiesta patronal de una capilla dedicada a la Virgen de Candelaria (2 de febrero) y la celebración del Anata o Carnaval Andina, con toda la riqueza y rasgos que se han mantenido o que se han incorporado en sus celebraciones mineras, rurales y urbanas. Es una construcción histórica que merece ser conservada y permanentemente enriquecida.

*Gilberto Pauwels es antropólogo, director Ejecutivo Centro de Ecologia y Pueblos Andinos (CEPA). 

Comadres del carnaval en la tierra chapaca

En la fiesta de comadres de Tarija, que se celebra este jueves, se hace una exaltación de los frutos ofrecidos por la naturaleza, y se sellan parentescos espirituales para toda la vida, según el investigador Elías Vacaflor.

El director del Archivo Histórico de la Prefectura de Tarija, Elías Vacaflor, realizó un estudio que se presentó en el concurso Somos Patrimonio de la Fundación Andrés Bello y obtuvo el cuarto lugar entre 191 ponencias.

“La fiesta de las comadres es una de las manifestaciones más genuinas como resultado del transplante cultural desde España en el período colonial”, comentó Vacaflor.

En su estudio, encontró dos antecedentes históricos: la Fiesta de la Matronaria que durante el imperio romano consistía en un día dedicado a las esposas de los jerarcas, y la Fiesta de Saturnalia que ofrecían las mujeres romanas a sus esclavas. El contexto cristiano criticó esta última celebración y la reemplazó por la de Comadres (del latín cumatris que hace alusión al parentesco espiritual entre la madre y la madrina).

Sin embargo, según Vacaflor, la celebración más parecida a la fiesta de comadres en Tarija sucede en el municipio de Pola de Siero, Asturias (España). Allá se intercambia el “bollo preñao de chorizos” para compartir exclusivamente entre las mujeres polesas. La fiesta, a estas alturas, está reducida a la celebración de contadas familias.

En Tarija la fiesta era celebrada en el área rural, dentro del ciclo de la cosecha. Los campesinos elegían a una persona para nombrarla compadre o comadre y entregarle animales vivos, canastas con todos los frutos posibles de la temporada y una torta de la repostería popular. Las canastas además debían estar adornadas con rosas pascua y albahaca. En síntesis una ofrenda a un pariente espiritual de la abundancia de la naturaleza, a la vez obtenida con su fuerza de trabajo.

Cuando las campesinas llegaron a trabajar a las casas de la ciudad de Tarija, llevaron consigo esta tradición. Por eso es que inicialmente se nombró comadres a las patronas o patrones con quienes había mayor afinidad, hecho que posteriormente fue multiplicándose a cada vez más grandes círculos sociales.

En medio de una celebración al son del erque y la caja típicos del carnaval de Tarija comenzaban las coplas de contrapunto o desafío entre comadres y compadres y viceversa. La unión quedaba sellada con el engarzamiento de los dedos meñiques y la frase “cuma, cumita, todo partirse, nunca enojarse”.

La celebración así concebida tiene una presencia desde fines de 1690 entre los criollos descendientes de españoles.

La fiesta de comadres es exclusivamente para mujeres actualmente, y la fiesta de compadres es exclusivamente entre varones. Sin embargo también es posible hallar parejas mixtas que siguen una estricta regla de intercambio de dones.

Vacaflor dice además que los lazos entablados entre binomios corren para toda la vida en la mayor parte de los casos, y se sabe de compadres y comadres que han asumido la responsabilidad paterna y/o materna a la muerte de la comadre o el compadre.

En 1984, un grupo de comadres salió a bailar espontáneamente a las calles y tomó la plaza principal, para sorpresa de la población. A partir de ese momento el municipio asumió la iniciativa de fomentar esta fiesta tradicional, que actualmente es la estrella principal del carnaval de Tarija.

“Eso ha generado un sentimiento de apropiación de nuestra identidad cultural”, dijo Vacaflor, quien resalta todo el contexto de música, instrumentos, vestimenta y comida que retornan a sus raíces este día.

Elías Vacaflor es Director del Archivo Histórico de la Prefectura de Tarija, y puede ser contactado en el correo e_dorakis@hotmail.com. 

El origen del carnaval de Oruro

Gilberto Pauwels*

Cuando se habla del origen del Carnaval de Oruro, se mencionan diferentes textos, que se tipifican como relatos, tradiciones orales, leyendas o mitos. De hecho se trata de cuatro historias diferentes que juntas explican el origen y el significado único del Carnaval de Oruro.

1. Las plagas de Huari, publicado por Vicente Terán en 1943.
Esta leyenda cuenta como el "semidiós o monstruo" Huari intenta castigar a los Urus por adorar a Pachacamaj, representado por Inti. Les manda, una tras otra, cuatro plagas: una víbora, un sapo, un lagarto y hormigas para que destrozan la ciudad. No logra su objetivo por la intervención de una ñusta, que mata a los animales y les convierte en piedras y en arena. Esta mujer salvadora se identifica posteriormente como la Virgen del Socavón. De este manera se explica la celebración de los ritos, tanto andinos cono cristianos, del Carnaval de Oruro.

2. La lucha entre ángeles y diablos (ángeles caídos).
La historia de la lucha celestial entre los ángeles y su réplica en la tierra, están presentes en lo que son conocidos como los "relatos" o espectáculos teatrales que forman parte de la celebración del Carnaval de Oruro. Un personaje central en la sumisión de los diablos es San Miguel, patrono del Asiento Minero San Miguel de Oruro, que en 1606 se transformó en la ciudad San Felipe de Austria, hoy Oruro.

3. El castigo al ladrón Chiru-chiru, publicado por José Víctor Zaconeta en 1925.
Según la tradición oral, Chiru-chiru (sobrenombre que proviene de un pájaro) fue un vagabundo y ladrón que gozaba de la protección de la Virgen del Socavón mientras quitaba bienes de los ricos para compartir con los pobres. Cuando un día más bien quiso robar de un pobre, quedó desamparado por la Virgen, fue descubierto robando y herido mortalmente. Su muerte fue la ocasión para redescubrir la imagen de su veneración, que fue la Virgen de Candelaria, pintada en la pared de su guarida, que desde entonces se transformó en "el sitio de una romería incesante".

4. La fuga frustrada de Nina-nina (1789), publicado por Emiterio Villaroel en 1908. 
Otra tradición oral cuenta lo que pasó con Anselmo Belarmino, alias el bandido y ladrón Nina-nina, el sábado de Carnaval del año 1789. Después de poner una vela y de orar "ante la imagen de una Virgen de Candelaria, pintada en la pared de un solar abandonado y casi destruido", Anselmo va a la tienda de Lorenza, su enamorada. El padre de la chica, Sebastián Choquiamo, les había negado el permiso de casarse y por eso optan por escaparse de la casa. Pero, durante la fuga, se enfrentan con el padre, lo que da origen a una pelea, en la cual Anselmo cae moralmente herido. Al joven abandonado se presenta una "joven hermosa" que le lleva al hospital y que llama al cura Don Carlos Borromeo Mantilla para que le reciba la confesión. Anselmo cuenta al sacerdote que ha sido ayudado por la Virgen de la Candelaria y le revela el lugar oculto donde se encuentra la imagen de la Virgen, de la cual es devoto. Desde entonces nació "el culto frenético que se profesa a la Virgen del Socavón".

Es evidente que cada uno de estos textos ha aportado de diferente manera al Carnaval de Oruro. Las luchas míticas contra los animales diabólicos y con los mismos diablos, presentan el contexto global: participamos a una confrontación histórica entre dos mundos, entre por un lado la civilización española y la religión católica de la Virgen y de los ángeles y por el otro lado el mundo andino, considerado como de los diablos.

Las historias de Chiru-chiru y de Nina-nina tienen como finalidad explicar cómo surgió concretamente le veneración de la Virgen del Socavón. Los relatos no son contradictorios. Ambos relatos presentan un hecho histórico que puede explicar el inicio de la fiesta en honor de la Virgen de Candelaria, no el 2 de febrero, sino en los días de Carnaval. Ambas historias coinciden en que la muerte violenta de un personaje, que nadie había identificado anteriormente como el autor de las frecuentes robos en la ciudad, hace que se redescubre una imagen olvidada de la Virgen de Candelaria en una zona abandonada de la ciudad. El hecho mismo del redescubrimiento no es extraño. Oruro que antes había llegado a ser una urbanización de hasta 75.000 habitantes, en aquellos tiempos se había reducido a una población de apenas 5.000 habitantes. Gran parte de la ciudad estaba en ruinas.

¿Pero cuál haya sido el acontecimiento preciso que dio origen al Carnaval orureño, ¿la infidelidad del buen ladrón Chiru-chiru o la historia de amor de Nina-nina? Me parece evidente que ha sido el asesinato del novio y eso por varios razones:

    * El es relato más antiguo. 

    * Proviene de un presbítero que lo presenta como la transcripción de un manuscrito ya existente con la finalidad de que motiva la Novena de la Virgen del Socavón. Contiene fechas y nombres.

    * La historia de amor de Nina-nina es algo común y corriente en la vida cotidiana, mientras que el cuento de Chiru-chiru parece un cuento educativo, inspirado en la tradición andina y cristiana, que sostiene que quién ayude a los pobres, recibirá favores divinos. Así por ejemplo, se cuenta que en Dios Viracocha visita a las familias como un anciano hambriento y desamparado y que posteriormente apremia a los que le han recibido generosamente.

    * J.V. Zaconeta, autor de la historia del buen ladrón, menciona que ha interpretado y adaptado la tradición "a la versión que nos ha parecido más lógica". Así por ejemplo dice que no le parece aceptable que la Virgen puede haber abandonado al herido en el hospital en manos humanos.

Sean las que sean las circunstancias en las cuales se ha redescubierto la imagen de la Virgen de Candelaria, queda la pregunta cómo se ha llegado concretamente a unir la fiesta de la Virgen a las festividades de Carnaval. Eso es el punto más original del Carnaval de Oruro, para lo cual J.V.Zaconeta nos da una explicación.

Una vez enterrado la persona asesinada, que había sido identificada como el ladrón desconocido y como devoto de la Virgen redescubierta, los vecinos de Barrio Minero, al cual pertenece la Virgen, se reúnen y llegan por unanimidad a ciertos acuerdos:

La Virgen del Socavón

Deciden de cambiar el nombre de la mina que trabajan de "Pie de Gallo" en "Socavón de la Virgen". El nombre "Pie de Gallo" ya existía antes de la fundación de la ciudad y tiene su origen en el hecho de que las vetas de plata están ubicadas de tal manera "que se hace un modelo en forma de pie de gallo" (Informe de Felipe de Godoy, 1607). En el cerro Pie de Gallo hubo además ya en este tiempo dos vetas con el nombre "Virgen de Copacabana" (originalmente de Candelaria), en propiedad de Juan Xuares de Yllanes. Así que no es de sorprender que la Virgen de Candelaria, ubicada cerca del llamado socavón de la Virgen, pronto recibe el nombre de Virgen de Socavón.

La decisión más importante es de organizar anualmente una fiesta de la Virgen, como corresponde a una Santa Patrona. Pero lo original es –y aquí está precisamente el origen de la originalidad del Carnaval de Oruro– que se decide que la fiesta sea movible y que se celebre el sábado de Carnaval, "pese a los calendarios, bulas y ritos de la Iglesia Católica". Desobedientes a las normas de la Iglesia, los mineros deciden fusionar el Carnaval, - lo que se puede considerar como la fiesta más andina del año, - con una fiesta patronal, que se puede considerar como la fiesta más católica de una población o barrio. La hacen por que el redescubrimiento de la Virgen se hizo en esa época del año y por que solo para Carnavales tenían permiso para suspender el trabajo durante tres días, el tiempo que consideran necesario para una fiesta "con gran pompa".

La Diablada

Otra decisión trascendental es que todos los mineros, para esta fiesta, se van a disfrazar de diablos. De esta manera quieren "conservar ciertas tradiciones de la minería". Además determinar que deben estar Satanás y San Miguel y que van a representar "melodramáticamente" la caída de Luzbel. Este quiere decir que incorporan a la celebración no solamente el Tío de la Mina, sino también San Miguel y la pelea entre ángeles y diablos. Esta lucha ritual se transforma después en baile (una evolución que aparentemente también se dio con el tinku).

Patrona de la Mineros

Una última determinación es hacer conocer los acuerdos a "todos los mineros de las empresas de la jurisdicción". Con eso, la fiesta de la Patrona sobrepasa los límites del Barrio Minero, la Virgen se proclama (de nuevo?) como Patrona de todos los Mineros y la capilla (hasta entonces abandonada y en ruinas) empieza a funcionar como santuario. El acuerdo de que se se deben componer canciones y villancicos especiales para la Virgen, es la parte que menos se ha cumplido.

El acta de la reunión de los vecinos del Barrio Minero, que según José Víctor Zaconeta se celebró unos tres siglos antes, fue publicada en el año de 1925 en su obra "Odas y Poemas". ¿Será que el autor haya podido consultar un documento de archivo? ¿Es producto de la tradición oral o simplemente de la imaginación del autor? No lo sabemos.

Lo que sí, es seguro, es que la originalidad del Carnaval de Oruro proviene de la fusión entre una fiesta patronal de una capilla dedicada a la Virgen de Candelaria (2 de febrero) y la celebración del Anata o Carnaval Andina, con toda la riqueza y rasgos que se han mantenido o que se han incorporado en sus celebraciones mineras, rurales y urbanas. Es una construcción histórica que merece ser conservada y permanentemente enriquecida.

*Gilberto Pauwels es antropólogo, director Ejecutivo Centro de Ecologia y Pueblos Andinos (CEPA). 

sábado, 2 de abril de 2011

Comunarios ven pérdidas por nueva ruta a Copacabana

Tras el anuncio de una ruta alternativa para peregrinar hasta el santuario de Copacabana, los comunarios de la ruta tradicional advirtieron de pérdidas económicas y enfrentamiento entre comunidades.

“Se está creando un malestar, un enfrentamiento entre comunidades porque esto (la ruta tradicional) beneficia a casi 30 comunidades y se generan ingresos”, explicó Gregorio Mamani, ex asambleísta por la provincia Omasuyos, a Página Siete.

En representación de los comunarios, Mamani explicó que ellos no se oponen a la creación de una nueva ruta turística, pero si se pretende que los peregrinos vayan solamente por esa vía, eso “es de mala fe”.

Los comunarios sostuvieron ayer una reunión en Achacachi y determinaron llegar hasta la ciudad de La Paz el próximo lunes para manifestar su posición.

Según Mamani, algunos de los municipios afectados son Tiquina, Batallas, Copankara, Huarina, Huatajata, entre otras.

El pasado 31 de marzo, los municipios de Puerto Pérez, Pucarani y Tito Yupanqui, presentaron una nueva ruta para que los peregrinos puedan llegar hasta el santuario de Copacabana en Semana Santa, según ANF.

Nueva ruta

El alcalde del municipio de Puerto Pérez, Juan Quispe, explicó que la nueva ruta que ofrecen los tres municipios comprende desde la tranca de Khorapata, para continuar por Pajsiamaya, Pucarani, Ancocahua, Aygachi, Patapatani, Cumaná, isla de Suriqui, isla Taquiri, Tito Yupanqui para continuar hacia el santuario de Copacabana.

Obra mostrará la riqueza de la saya afroboliviana

Música, danza, poesía, canto y teatro incorpora la obra Gayengo, una propuesta de la Saya Afroboliviana y el Ballet Folklórico de La Paz, que se presenta el 6 y 7 de abril en el Teatro Municipal, a las 19:30.

La obra se caracteriza por mostrar las diferentes manifestaciones culturales del pueblo afroboliviano a través de su música y danza.

Unos 25 bailarines afrodescendientes mostrarán las cualidades de la saya, que es considerada la danza la más representativa de la cultura afroboliviana, porque expresa los valores y necesidades de las comunidades negras.

“Se busca mostrar la cultura de la comunidad afroboliviana a través de sus bailes”, dijo Víctor Hugo Salinas, director del Ballet Folklórico de La Paz. Además, señala que esta obra rescata sus danzas tradicionales.

En Gayengo, el público podrá apreciar el baile de la semba, que en los Yungas se baila al abrir los festejos del Rey Negro, considerado el guía para su pueblo. Una de sus características y atractivos es que los danzantes realizan figuras con las caderas.

Otra danza que se mostrará es el huayño negro, que se caracteriza porque se baila en conjunto y en círculos tomados de la mano. Es una danza que se realiza para despedir a los novios deseándoles buena suerte.

La cultura afroboliviana también interpretará el denominado baile de tierra, una danza que se realiza en los matrimonios afros y se caracteriza porque es una especie de cueca acompañada de cantos, contrapunteos y toque de tambores.

Un aporte a la obra


Por otra parte, 22 bailarines del Ballet Folklórico de La Paz participan en la obra con la presentación de coreografías de las danzas de morenada, caporales y negritos.

“Nosotros bailaremos danzas inspiradas y que tienen su esencia en la comunidad afroboliviana. Será como un complemento a la obra”, señala Salinas.

Un Jisk’a Anata solidario toma las calles paceñas

Con la Tawaqu 2011, Analeisca Albarracín, a la cabeza, desde las 11.00 de hoy varias arterias del eje paceño se llenarán de colorido, belleza y rescate folklórico. La XVII entrada tradicional del Jisk'a Anata se iniciará a esa hora y tiene previsto concluir alrededor de las 20.00.

“Es una fiesta solidaria y esperamos el apoyo de los paceños”, indicó en la rueda de prensa para presentar la entrada pospuesta el oficial mayor de Culturas, Wálter Gómez. Es una celebración que debió realizarse durante los días de Carnaval, pero fue postergada para esta fecha luego del penoso megadeslizamiento que afectó a la ladera este de la ciudad.

Juan Carlos Tapia, presidente de la Sociedad Andina de Conjuntos Folklóricos (Soacof), informó a su vez que las 42 agrupaciones participantes optaron por cambiar las bebidas que reciben de sus patrocinadores por dinero, para donar así 30 tanques de agua a los damnificados de los deslizamientos.

REDUCCIÓN FORZADA. Debido a que ya es tiempo de cosecha, cerca de una docena de agrupaciones provenientes de las riberas del lago Titicaca no estarán presentes en esta versión de la entrada, según el portal entradasfolkloricas.com.

Otras no podrán asistir porque no es feriado o por falta de transporte. Sin embargo, se prevé que más de 8.000 danzarines llenen los ojos del público presente, con bailes tan variados como chacarera, sicuris, ch'utas, cuecas, khantus, wakas, saya, calcheños, caporales, morenada, tinkus y llamerada, entre otros.

El Jisk'a Anata se remonta a 1995. Nació con un espíritu integrador, que permita apreciar tanto danzas rurales (autóctonas) como urbanas.