domingo, 10 de abril de 2011

Comadres del carnaval en la tierra chapaca

En la fiesta de comadres de Tarija, que se celebra este jueves, se hace una exaltación de los frutos ofrecidos por la naturaleza, y se sellan parentescos espirituales para toda la vida, según el investigador Elías Vacaflor.

El director del Archivo Histórico de la Prefectura de Tarija, Elías Vacaflor, realizó un estudio que se presentó en el concurso Somos Patrimonio de la Fundación Andrés Bello y obtuvo el cuarto lugar entre 191 ponencias.

“La fiesta de las comadres es una de las manifestaciones más genuinas como resultado del transplante cultural desde España en el período colonial”, comentó Vacaflor.

En su estudio, encontró dos antecedentes históricos: la Fiesta de la Matronaria que durante el imperio romano consistía en un día dedicado a las esposas de los jerarcas, y la Fiesta de Saturnalia que ofrecían las mujeres romanas a sus esclavas. El contexto cristiano criticó esta última celebración y la reemplazó por la de Comadres (del latín cumatris que hace alusión al parentesco espiritual entre la madre y la madrina).

Sin embargo, según Vacaflor, la celebración más parecida a la fiesta de comadres en Tarija sucede en el municipio de Pola de Siero, Asturias (España). Allá se intercambia el “bollo preñao de chorizos” para compartir exclusivamente entre las mujeres polesas. La fiesta, a estas alturas, está reducida a la celebración de contadas familias.

En Tarija la fiesta era celebrada en el área rural, dentro del ciclo de la cosecha. Los campesinos elegían a una persona para nombrarla compadre o comadre y entregarle animales vivos, canastas con todos los frutos posibles de la temporada y una torta de la repostería popular. Las canastas además debían estar adornadas con rosas pascua y albahaca. En síntesis una ofrenda a un pariente espiritual de la abundancia de la naturaleza, a la vez obtenida con su fuerza de trabajo.

Cuando las campesinas llegaron a trabajar a las casas de la ciudad de Tarija, llevaron consigo esta tradición. Por eso es que inicialmente se nombró comadres a las patronas o patrones con quienes había mayor afinidad, hecho que posteriormente fue multiplicándose a cada vez más grandes círculos sociales.

En medio de una celebración al son del erque y la caja típicos del carnaval de Tarija comenzaban las coplas de contrapunto o desafío entre comadres y compadres y viceversa. La unión quedaba sellada con el engarzamiento de los dedos meñiques y la frase “cuma, cumita, todo partirse, nunca enojarse”.

La celebración así concebida tiene una presencia desde fines de 1690 entre los criollos descendientes de españoles.

La fiesta de comadres es exclusivamente para mujeres actualmente, y la fiesta de compadres es exclusivamente entre varones. Sin embargo también es posible hallar parejas mixtas que siguen una estricta regla de intercambio de dones.

Vacaflor dice además que los lazos entablados entre binomios corren para toda la vida en la mayor parte de los casos, y se sabe de compadres y comadres que han asumido la responsabilidad paterna y/o materna a la muerte de la comadre o el compadre.

En 1984, un grupo de comadres salió a bailar espontáneamente a las calles y tomó la plaza principal, para sorpresa de la población. A partir de ese momento el municipio asumió la iniciativa de fomentar esta fiesta tradicional, que actualmente es la estrella principal del carnaval de Tarija.

“Eso ha generado un sentimiento de apropiación de nuestra identidad cultural”, dijo Vacaflor, quien resalta todo el contexto de música, instrumentos, vestimenta y comida que retornan a sus raíces este día.

Elías Vacaflor es Director del Archivo Histórico de la Prefectura de Tarija, y puede ser contactado en el correo e_dorakis@hotmail.com. 

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