La bajada del Tata Ck’accha o Carnaval Minero 2017 superó en brillo, manifestación cultural, devoción, baile, vestimenta, música y el número de bailarines y fraternidades participantes, en relación al año pasado cuando se reveló la crisis en la actividad minera.
En la fiesta de ayer que es organizada por la Federación Departamental de Cooperativas Mineras de Potosí (Fedecomin), se manifestó con mayor fuerza la alegría, el colorido, el ritmo y las expresiones propias de la fiesta única y auténtica que es dedicada al Cristo de la Mina y la Virgen de la Candelaria.
A ello se suma la respuesta de la población a evitar el derroche del agua y la asistencia a la festividad desarrollada con la asistencia de 36 fraternidades representantes de 16 cooperativas afiliadas a Fedecomin, un grupo de la Gobernación del Departamento y otro de la Asamblea Legislativa Departamental que se adhirieron a la entrada.
Lo más llamativo de la entrada fueron las figuras del Tata Ck’accha, la Virgen de la Candelaria y la réplica de la Catedral que los trabajadores mineros y las palliris cargaban, como los símbolos más representativos de la festividad.
Sandro Lugo, presidente de la Fedecomin, agradeció la presencia de la ministra Wilma Alanoca, el gobernador Juan Carlos Cejas y los invitados de diferentes instituciones.
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