En Año Nuevo es tradicional que pasada la medianoche y luego de los saludos respectivos, se realice el popular brindis: la familia o los amigos se entregan sus mejores deseos, levantan sus copas y beben por la prosperidad. Sin embargo, este acto no es exclusividad de esta fecha y se acostumbra realizar en casi todas las celebraciones.
Pese a que es un acto repetitivo, pocos saben de dónde proviene esta costumbre. Según la Real Academia de la Lengua, el acto de brindar está definido como el “manifiesto, al ir a beber vino o licor, del bien que se desea a alguien o algo”. Antiguamente los parabienes estaban ligados solamente a la salud, por ello es que esta palabra se repite luego de un breve discurso.
HISTORIA
La palabra se utiliza por primera vez a mediados del siglo XVI, cuando las tropas de Carlos V, emperador del sacro imperio romano germánico, toman de forma victoriosa Roma y la saquean. Este movimiento militar fue bastante violento, cobrando algunas vidas. Uno de los caballeros que encabezó el saqueo, dijo que el emperador no tuvo culpa alguna de ello y que todo fue un designio de Dios por el bien de la cristiandad.
Con motivo de tal victoria, cuenta la historia, que los mandos militares llenaron sus copas de vino, las alzaron al frente y dijeron: “bring dir’s”, que significa “yo te lo ofrezco” en alemán. Luego la palabra se castellaniza y deriva en brindis.
Sin embargo, el acto de brindar se caracteriza también por el clásico choque de copas. Costumbre que nació mucho antes, en la antigua Grecia, y que era una muestras de confianza del anfitrión hacia sus invitados.
Según cuenta el antropólogo Martín Cáceres a elcomercio.pe, en esas épocas la forma más común de eliminar enemigos era envenenándolos con un trago. Reinaba la desconfianza y no bastaba con que el anfitrión levantara la copa y la ofreciera. Por ello, se hizo popular el choque de copas, de esta forma se salpicaba el liquido y se mezclaba el contenido de ambas copas.
Otra de las cosas que rodea el brindis es la costumbre de golpear la copa para llamar la atención antes de iniciar el discurso. Esto procede de la época romana y griega, donde las fiestas, banquetes o bacanales, eran tan multitudinarios que para concentrar la atención en medio del bullicio se necesitaba un sonido grave.
Ahora que ya conocemos un poco más de esta tradición digamos ¡salud!
Pese a que es un acto repetitivo, pocos saben de dónde proviene esta costumbre. Según la Real Academia de la Lengua, el acto de brindar está definido como el “manifiesto, al ir a beber vino o licor, del bien que se desea a alguien o algo”. Antiguamente los parabienes estaban ligados solamente a la salud, por ello es que esta palabra se repite luego de un breve discurso.
HISTORIA
La palabra se utiliza por primera vez a mediados del siglo XVI, cuando las tropas de Carlos V, emperador del sacro imperio romano germánico, toman de forma victoriosa Roma y la saquean. Este movimiento militar fue bastante violento, cobrando algunas vidas. Uno de los caballeros que encabezó el saqueo, dijo que el emperador no tuvo culpa alguna de ello y que todo fue un designio de Dios por el bien de la cristiandad.
Con motivo de tal victoria, cuenta la historia, que los mandos militares llenaron sus copas de vino, las alzaron al frente y dijeron: “bring dir’s”, que significa “yo te lo ofrezco” en alemán. Luego la palabra se castellaniza y deriva en brindis.
Sin embargo, el acto de brindar se caracteriza también por el clásico choque de copas. Costumbre que nació mucho antes, en la antigua Grecia, y que era una muestras de confianza del anfitrión hacia sus invitados.
Según cuenta el antropólogo Martín Cáceres a elcomercio.pe, en esas épocas la forma más común de eliminar enemigos era envenenándolos con un trago. Reinaba la desconfianza y no bastaba con que el anfitrión levantara la copa y la ofreciera. Por ello, se hizo popular el choque de copas, de esta forma se salpicaba el liquido y se mezclaba el contenido de ambas copas.
Otra de las cosas que rodea el brindis es la costumbre de golpear la copa para llamar la atención antes de iniciar el discurso. Esto procede de la época romana y griega, donde las fiestas, banquetes o bacanales, eran tan multitudinarios que para concentrar la atención en medio del bullicio se necesitaba un sonido grave.
Ahora que ya conocemos un poco más de esta tradición digamos ¡salud!
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