Superstición: Comer 12 uvas, trepar escaleras, consumir carne de chancho, contar dinero a la medianoche... las cábalas y tradiciones para recibir un nuevo año existieron desde tiempos inmemoriales y responden a la necesidad que tiene el ser humano de mantener la esperanza en los tiempos que vendrán. Julio César fijó la fecha actual que marca el 1 de enero como primer día del año.
Las 12 uvas para la suerte
Una de las costumbres más populares para recibir el Año Nuevo es el consumo de 12 uvas que, según se cree, deben ser comidas en el momento justo en que suenan las 12 campanadas que inician la flamante gestión.
La creencia dice que, a medida que se vaya degustando y saboreando cada uva, aumenta la buena fortuna para cada mes venidero.
Las doce uvas son una tradición que se inició en España, donde, en 1909, unos viticultores alicantinos la difundieron para dar salida a un excedente de cosecha.
Luego, esta costumbre importada a América fue variando; por ejemplo, en Argentina se consume pasas.
Ascender a sitios altos
Con un atuendo elegante, se debe subir al lugar más alto de la casa, si es posible subir a una escalera y esperar ahí las 12.00 de la noche para atraer la buena suerte. En algunos hogares la gente acostumbra subir a una silla o a una mesa y esperar allí que pase la medianoche.
Se cree que esta costumbre tiene su origen en China, país donde el famoso viajero Marco Polo vio cómo sus habitantes creaban figuras de animales cubiertas con papel y luego las colgaban en sitios altos durante las celebraciones de Año Nuevo.
Cargar maletas para viajar
Recibir el Año Nuevo caminando con maletas es otra superstición de esta fiesta. La creencia asegura que esto permitirá que la persona realice viajes en el futuro. Hay quienes salen a la puerta con la maleta, justo a medianoche, y también están las que creen que es mejor todavía dar toda una vuelta a la manzana con esta carga.
Se trata de una vieja tradición rumana, seguramente heredada de los zíngaros, los que en el último minuto del año viejo salían a la puerta y daban vueltas sobre sí mismos en alusión al tránsito que recorre el planeta alrededor del Sol. Así retornaban a su hogar al iniciarse el nuevo año, lo que además auguraba ventura y fortuna.
El champagne burbujeante
El brindis para recibir el nuevo año es infaltable en los hogares bolivianos. Para esto es necesario que se prevea la compra de un buen champagne o un vino espumoso, ya que las burbujas que se forman al momento de servir las copas representarán la felicidad de todo el año.
El chocar las copas entre familiares y amigos tiene un profundo significado: el brindar, que implica cierta ofrenda por parte de cada persona.
Los antiguos reyes chocaban con fuerza sus vasos de madera para que el líquido de ambos saltara y se mezclara antes de que bebieran, como muestra de confianza, ya que era posible que alguna estuviera envenenada.
Prender velas de colores
Una de las creencias más antiguas es prender velas justo a medianoche. El color manda en el significado.
Si es roja, la persona que la enciende se asegura el amor fiel; la vela negra sirve para alumbrar las pasiones; la fuccia, para retener al ser amado; la naranja vence a rivales y atrae y seduce a quien se pretenda.
Una vela celeste consume las dificultades; la café es considerada un guardián para los negocios; el azul ilumina y guía a la persona hacia la fortuna; la verde ayuda en la buena salud; la lila ayuda a cumplir los deseos.
Las velas deben permanecer encendidas y dejar que se consuman hasta el día siguiente.
El cerdo y la abundancia
Para la última noche del año viejo, los diferentes platos elaborados con carne de cerdo son los más requeridos por las familias, como fricasé, fritanga y lechón al horno, porque, según las creencias, se debe consumir este producto para obtener prosperidad.
Se cree que en la cena de año nuevo y en el primer día del nuevo año hay que comer cerdo para tener abundancia y alimentarse hasta hastiarse, pero, eso sí, nunca comer pollo, a menos que se quiera pasar el año desplumado y sin dinero en el bolsillo.
Esperar al año con dinero
Quizás la cábala a la que más acude la gente es la de recibir las doce campanadas con dinero en las manos o dentro de los zapatos, para que éste no falte durante el año que se avecina.
Se cree que para que la plata no falte los 365 días venideros se debe contar billetes justo a medianoche, desde el primer segundo del nuevo año. Hay quienes, para garantizar la disposición monetaria, reciben el año con un buen manojo de billetes sujetos fuertemente entre las manos.
Una variación común es poner uno o más billetes de mayor valor que se tenga en los bolsillos o en la suela del calzado que se usa y, claro, tratar de no llevar monedas en esta noche.
El color de la ropa interior
Aunque se trata de prendas íntimas que prácticamente pasarán inadvertidas en las fiestas de fin de año, el utilizar ropa interior amarilla, roja o blanca es una de las tradiciones más difundidas en nuestro medio.
El amarillo lo usan las personas que desean atraer energía, dinero y salud, aunque se aclara que el color de la prenda debe ser intenso, no opaco, o se logrará lo contrario.
Para conservar o encontrar el amor, la gente acostumbra usar prendas íntimas rojas o rosadas; mientras que para los jóvenes se recomienda el uso de prendas blancas, porque representan la amistad y la paz. Se dice que es aún mejor usarlas al revés.
Un festejo en cuatro kilómetros de playa
Cientos de obreros trabajaban ayer para culminar los preparativos de la fiesta que espera albergar a cerca de dos millones de personas en la playa de Copacabana de Río de Janeiro para recibir en la noche de mañana al Año Nuevo, según EFE.
Los trabajadores se afanaban en atornillar y asentar los tres escenarios en los que actuarán bandas de samba y rock brasileñas, y en concluir la instalación de las doce torres de altavoces que se extienden a lo largo de los cuatro kilómetros de la playa más célebre de Río.
Varios de los grupos, entre los que destacan el cantante de samba Zeca Pagodinho y la intérprete Daniela Mercury, tenían previsto realizar las pruebas de sonido y el ensayo general antes de la gran fiesta. También continuaban los trabajos de instalación de una pantalla gigante en la que se proyectará hoy, durante 25 minutos, el nuevo logotipo de los Juegos Olímpicos de 2016, en un acto que contará con la presencia del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge.
El único detalle que quedó pendiente es el arrastre de las once balsas flotantes en las que se quemará los fuegos artificiales, las que se ubicarán cerca de la orilla. El espectáculo lanzará 25 toneladas de fuegos, cuya quema será sincronizada con la música.
Celebraciones en otras latitudes del orbe
En cada país existen costumbres y tradiciones particulares para festejar la llegada del nuevo año, algunas de ellas muy curiosas y no dejan de sorprender, según suite101.net.
En Italia, por ejemplo, es costumbre regalar ropa interior roja a las mujeres y, lo más curioso, en algunas localidades se tiran los trastos viejos por la ventana como símbolo del fin de una etapa. En Alemania, en honor a San Silvestre, se quema castillos de madera para ahuyentar a los malos espíritus. También se acostumbra dejar en el plato parte de la comida para asegurar abundancia para el próximo año. En Portugal, el centro de atención de la noche son los fuegos artificiales, únicos en el mundo por su calidad y duración.
En Dinamarca, para demostrar amor a los seres queridos, se lanzan los platos viejos acumulados durante el año en el frente de las casas de aquéllos. En Escocia prenden fuego a un barril y lo hacen rodar por las calles para dar paso al nuevo año. En Rusia, el fin de año es parecido a la Navidad, ya que a Papá Noel lo reemplaza el Abuelo Hielo, un viejito que recorre los hogares repartiendo dulces, juguetes y muñecas matriuskas.
En Japón se tocan 108 campanadas, cada una simboliza un deseo terrenal que hay que mantener alejado, luego, la gente va a los templos budistas a pedir buena suerte.
Para destacar
Se debe procurar recibir el Año Nuevo con la casa limpia y toda la ropa lavada, lo que permitirá que todo lo malo se vaya.
Quemar un muñeco viejo hecho o vestido con ropa vieja sirve para desprenderse de las cosas malas del año que se va.
A las 00.00 se mete las manos a una fuente con azúcar. Luego se lavan con champaña para tener abundancia y prosperidad.
Comer una cucharada de lentejas (cocidas) los primeros minutos del nuevo año promete prosperidad.
Los fuegos pirotécnicos, muy ruidosos, se utilizan para ahuyentar a los malos espíritus y a la mala suerte.
Se cree, en muchos países, que sentarse y volverse a parar con cada una de las doce campanadas atrae el matrimonio.
El Año Nuevo hindú, el Diwali, es una fiesta de luces y abundancia. Por eso se invoca a Lakhmi, diosa de la abundancia.
En Bélgica, los niños celebran el Año Nuevo o Nieuwjaarsdag, leyendo en voz alta tarjetas hechas por ellos mismos.
En el norte de Perú sacan a las calles enormes muñecos rellenos de fuegos artificiales, paja y cuero que queman a las 00.00.
En el sudeste asiático, a las 00.00, dejan volar miles de aves y sueltan a otras tantas tortugas para atraer la fortuna.
Usar ropa blanca traerá paz y bondad para el año entrante, según varias creencias. Además se suele acompañar de velas.
En Brasil, la gente sale a “saltar las siete olas”. A medianoche, se meten al mar y comienza el rito, con cada ola se pide un deseo.
Las 12 uvas para la suerte
Una de las costumbres más populares para recibir el Año Nuevo es el consumo de 12 uvas que, según se cree, deben ser comidas en el momento justo en que suenan las 12 campanadas que inician la flamante gestión.
La creencia dice que, a medida que se vaya degustando y saboreando cada uva, aumenta la buena fortuna para cada mes venidero.
Las doce uvas son una tradición que se inició en España, donde, en 1909, unos viticultores alicantinos la difundieron para dar salida a un excedente de cosecha.
Luego, esta costumbre importada a América fue variando; por ejemplo, en Argentina se consume pasas.
Ascender a sitios altos
Con un atuendo elegante, se debe subir al lugar más alto de la casa, si es posible subir a una escalera y esperar ahí las 12.00 de la noche para atraer la buena suerte. En algunos hogares la gente acostumbra subir a una silla o a una mesa y esperar allí que pase la medianoche.
Se cree que esta costumbre tiene su origen en China, país donde el famoso viajero Marco Polo vio cómo sus habitantes creaban figuras de animales cubiertas con papel y luego las colgaban en sitios altos durante las celebraciones de Año Nuevo.
Cargar maletas para viajar
Recibir el Año Nuevo caminando con maletas es otra superstición de esta fiesta. La creencia asegura que esto permitirá que la persona realice viajes en el futuro. Hay quienes salen a la puerta con la maleta, justo a medianoche, y también están las que creen que es mejor todavía dar toda una vuelta a la manzana con esta carga.
Se trata de una vieja tradición rumana, seguramente heredada de los zíngaros, los que en el último minuto del año viejo salían a la puerta y daban vueltas sobre sí mismos en alusión al tránsito que recorre el planeta alrededor del Sol. Así retornaban a su hogar al iniciarse el nuevo año, lo que además auguraba ventura y fortuna.
El champagne burbujeante
El brindis para recibir el nuevo año es infaltable en los hogares bolivianos. Para esto es necesario que se prevea la compra de un buen champagne o un vino espumoso, ya que las burbujas que se forman al momento de servir las copas representarán la felicidad de todo el año.
El chocar las copas entre familiares y amigos tiene un profundo significado: el brindar, que implica cierta ofrenda por parte de cada persona.
Los antiguos reyes chocaban con fuerza sus vasos de madera para que el líquido de ambos saltara y se mezclara antes de que bebieran, como muestra de confianza, ya que era posible que alguna estuviera envenenada.
Prender velas de colores
Una de las creencias más antiguas es prender velas justo a medianoche. El color manda en el significado.
Si es roja, la persona que la enciende se asegura el amor fiel; la vela negra sirve para alumbrar las pasiones; la fuccia, para retener al ser amado; la naranja vence a rivales y atrae y seduce a quien se pretenda.
Una vela celeste consume las dificultades; la café es considerada un guardián para los negocios; el azul ilumina y guía a la persona hacia la fortuna; la verde ayuda en la buena salud; la lila ayuda a cumplir los deseos.
Las velas deben permanecer encendidas y dejar que se consuman hasta el día siguiente.
El cerdo y la abundancia
Para la última noche del año viejo, los diferentes platos elaborados con carne de cerdo son los más requeridos por las familias, como fricasé, fritanga y lechón al horno, porque, según las creencias, se debe consumir este producto para obtener prosperidad.
Se cree que en la cena de año nuevo y en el primer día del nuevo año hay que comer cerdo para tener abundancia y alimentarse hasta hastiarse, pero, eso sí, nunca comer pollo, a menos que se quiera pasar el año desplumado y sin dinero en el bolsillo.
Esperar al año con dinero
Quizás la cábala a la que más acude la gente es la de recibir las doce campanadas con dinero en las manos o dentro de los zapatos, para que éste no falte durante el año que se avecina.
Se cree que para que la plata no falte los 365 días venideros se debe contar billetes justo a medianoche, desde el primer segundo del nuevo año. Hay quienes, para garantizar la disposición monetaria, reciben el año con un buen manojo de billetes sujetos fuertemente entre las manos.
Una variación común es poner uno o más billetes de mayor valor que se tenga en los bolsillos o en la suela del calzado que se usa y, claro, tratar de no llevar monedas en esta noche.
El color de la ropa interior
Aunque se trata de prendas íntimas que prácticamente pasarán inadvertidas en las fiestas de fin de año, el utilizar ropa interior amarilla, roja o blanca es una de las tradiciones más difundidas en nuestro medio.
El amarillo lo usan las personas que desean atraer energía, dinero y salud, aunque se aclara que el color de la prenda debe ser intenso, no opaco, o se logrará lo contrario.
Para conservar o encontrar el amor, la gente acostumbra usar prendas íntimas rojas o rosadas; mientras que para los jóvenes se recomienda el uso de prendas blancas, porque representan la amistad y la paz. Se dice que es aún mejor usarlas al revés.
Un festejo en cuatro kilómetros de playa
Cientos de obreros trabajaban ayer para culminar los preparativos de la fiesta que espera albergar a cerca de dos millones de personas en la playa de Copacabana de Río de Janeiro para recibir en la noche de mañana al Año Nuevo, según EFE.
Los trabajadores se afanaban en atornillar y asentar los tres escenarios en los que actuarán bandas de samba y rock brasileñas, y en concluir la instalación de las doce torres de altavoces que se extienden a lo largo de los cuatro kilómetros de la playa más célebre de Río.
Varios de los grupos, entre los que destacan el cantante de samba Zeca Pagodinho y la intérprete Daniela Mercury, tenían previsto realizar las pruebas de sonido y el ensayo general antes de la gran fiesta. También continuaban los trabajos de instalación de una pantalla gigante en la que se proyectará hoy, durante 25 minutos, el nuevo logotipo de los Juegos Olímpicos de 2016, en un acto que contará con la presencia del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge.
El único detalle que quedó pendiente es el arrastre de las once balsas flotantes en las que se quemará los fuegos artificiales, las que se ubicarán cerca de la orilla. El espectáculo lanzará 25 toneladas de fuegos, cuya quema será sincronizada con la música.
Celebraciones en otras latitudes del orbe
En cada país existen costumbres y tradiciones particulares para festejar la llegada del nuevo año, algunas de ellas muy curiosas y no dejan de sorprender, según suite101.net.
En Italia, por ejemplo, es costumbre regalar ropa interior roja a las mujeres y, lo más curioso, en algunas localidades se tiran los trastos viejos por la ventana como símbolo del fin de una etapa. En Alemania, en honor a San Silvestre, se quema castillos de madera para ahuyentar a los malos espíritus. También se acostumbra dejar en el plato parte de la comida para asegurar abundancia para el próximo año. En Portugal, el centro de atención de la noche son los fuegos artificiales, únicos en el mundo por su calidad y duración.
En Dinamarca, para demostrar amor a los seres queridos, se lanzan los platos viejos acumulados durante el año en el frente de las casas de aquéllos. En Escocia prenden fuego a un barril y lo hacen rodar por las calles para dar paso al nuevo año. En Rusia, el fin de año es parecido a la Navidad, ya que a Papá Noel lo reemplaza el Abuelo Hielo, un viejito que recorre los hogares repartiendo dulces, juguetes y muñecas matriuskas.
En Japón se tocan 108 campanadas, cada una simboliza un deseo terrenal que hay que mantener alejado, luego, la gente va a los templos budistas a pedir buena suerte.
Para destacar
Se debe procurar recibir el Año Nuevo con la casa limpia y toda la ropa lavada, lo que permitirá que todo lo malo se vaya.
Quemar un muñeco viejo hecho o vestido con ropa vieja sirve para desprenderse de las cosas malas del año que se va.
A las 00.00 se mete las manos a una fuente con azúcar. Luego se lavan con champaña para tener abundancia y prosperidad.
Comer una cucharada de lentejas (cocidas) los primeros minutos del nuevo año promete prosperidad.
Los fuegos pirotécnicos, muy ruidosos, se utilizan para ahuyentar a los malos espíritus y a la mala suerte.
Se cree, en muchos países, que sentarse y volverse a parar con cada una de las doce campanadas atrae el matrimonio.
El Año Nuevo hindú, el Diwali, es una fiesta de luces y abundancia. Por eso se invoca a Lakhmi, diosa de la abundancia.
En Bélgica, los niños celebran el Año Nuevo o Nieuwjaarsdag, leyendo en voz alta tarjetas hechas por ellos mismos.
En el norte de Perú sacan a las calles enormes muñecos rellenos de fuegos artificiales, paja y cuero que queman a las 00.00.
En el sudeste asiático, a las 00.00, dejan volar miles de aves y sueltan a otras tantas tortugas para atraer la fortuna.
Usar ropa blanca traerá paz y bondad para el año entrante, según varias creencias. Además se suele acompañar de velas.
En Brasil, la gente sale a “saltar las siete olas”. A medianoche, se meten al mar y comienza el rito, con cada ola se pide un deseo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario