“Tienes que cuidarla para siempre”, dice un amauta a una de las 350 parejas que se casó ayer en el primer matrimonio colectivo aymara, que se realizó en el coliseo cerrado Julio Borelli Viterito de La Paz.
Esa frase es la esencia de los matrimonios celebrados en una ceremonia andina, según explica Félix Cárdenas, viceministro de Descolonización y asegura que es “el primer paso para descolonizar el Estado patriarcal”.
“No estamos terminando algo, al contrario es el comienzo, pues pretendemos que estas familias sean modelos para la construcción de una nueva sociedad del Estado Plurinacional”, dice Cárdenas, ya que mediante su entidad visitará cada tres meses a las parejas para hacer seguimiento de su estabilidad.
“Será un examen y preguntaremos cuántas veces el hombre agredió a la mujer o ella hizo algo en contra de él”, explica el viceministro Cárdenas.
Con una visión contraria, María Galindo, del colectivo Mujeres Creando, aseguró que no se trata de que una pareja se case en una ceremonia andina para terminar con violencia contra la mujer. “Todos sabemos que en el área rural es donde más se golpea a las mujeres”, asegura, cuando fue entrevistada por la prensa.
Cada pareja vestía la ropa tradicional de su región, pues era uno de los requisitos para participar de la boda colectiva.
“Tienen que seguir juntos”, susurra una de las mujeres amautas a una de las parejas y pone en su frente unas gotas de alcohol. El mismo ritual realizan los otros amautas que bendicen a las 350 parejas que provienen de La Paz, Oruro y Potosí.
Uno de los invitados especiales fue el presidente Evo Morales, quien fue el padrino del matrimonio colectivo.
“Es un hecho histórico y será reconocido a nivel internacional”, dijo en su discurso y destacó la diversidad de los trajes usados en la ceremonia religiosa.
La ministra de Culturas, Elizabeth Salguero, cree que esta ceremonia andina es un paso para cambiar “el estigma que a veces los pueblos indígenas son machistas”.
Pero Cárdenas dice que las ceremonias andinas son un ejemplo, porque participan mujeres sacerdotes y que eso no ocurre en la religión católica.
Además, critica que en el casamiento religioso católico los sacerdotes se encarguen de recomendar a las parejas que no deben maltratar a su mujer, cuando ellos no tienen esposa o hijos. “Con qué moral si nunca han tenido mujer”, apunta Cárdenas. Al respecto, Salguero cree que como Bolivia es un Estado laico se debe respectar la forma y las características de cada una de las ceremonias religiosas.
“Estamos en un Estado laico y lo novedoso de este matrimonio andino es que nunca antes se realizó”, dijo la ministra.
Con respecto a las declaraciones del vicepresidente Álvaro García Linera en Semana Santa de que no puede participar de una ceremonia religiosa, porque vivimos en un Estado laico, respondió: “que no existe una religión única y que siempre se apoyan los actos de los católicos y que no hay discriminación con nadie y todos recibirán apoyo del Estado”. Pero, Cárdenas fue más allá y dijo que los matrimonios andinos son parte del proceso de cambio y que es una deuda histórica reconocer las tradiciones ancestrales de los pueblos indígenas.
Al respecto, el asambleísta Jorge Medina afirmó que esta celebración es una forma de recuperar la identidad de los pueblos originarios y que ya era hora de reconocer las ceremonias religiosas de casamiento de los pueblos originarios.
“Con la nueva Constitución este matrimonio tiene validez”, dijo Medina, quien es padrino de una pareja de la comunidad afro boliviana.
Con el sonido de un pututu, la ceremonia central terminó, entonces las parejas comenzaron a salir tomadas de la mano y el presidente Morales bajó del palco para tomarse la foto oficial con sus nuevos ahijados, aunque en las graderías algunos de los invitados comentaban que la tradición del mundo andino es que el padrino sea casado.
Esa frase es la esencia de los matrimonios celebrados en una ceremonia andina, según explica Félix Cárdenas, viceministro de Descolonización y asegura que es “el primer paso para descolonizar el Estado patriarcal”.
“No estamos terminando algo, al contrario es el comienzo, pues pretendemos que estas familias sean modelos para la construcción de una nueva sociedad del Estado Plurinacional”, dice Cárdenas, ya que mediante su entidad visitará cada tres meses a las parejas para hacer seguimiento de su estabilidad.
“Será un examen y preguntaremos cuántas veces el hombre agredió a la mujer o ella hizo algo en contra de él”, explica el viceministro Cárdenas.
Con una visión contraria, María Galindo, del colectivo Mujeres Creando, aseguró que no se trata de que una pareja se case en una ceremonia andina para terminar con violencia contra la mujer. “Todos sabemos que en el área rural es donde más se golpea a las mujeres”, asegura, cuando fue entrevistada por la prensa.
Cada pareja vestía la ropa tradicional de su región, pues era uno de los requisitos para participar de la boda colectiva.
“Tienen que seguir juntos”, susurra una de las mujeres amautas a una de las parejas y pone en su frente unas gotas de alcohol. El mismo ritual realizan los otros amautas que bendicen a las 350 parejas que provienen de La Paz, Oruro y Potosí.
Uno de los invitados especiales fue el presidente Evo Morales, quien fue el padrino del matrimonio colectivo.
“Es un hecho histórico y será reconocido a nivel internacional”, dijo en su discurso y destacó la diversidad de los trajes usados en la ceremonia religiosa.
La ministra de Culturas, Elizabeth Salguero, cree que esta ceremonia andina es un paso para cambiar “el estigma que a veces los pueblos indígenas son machistas”.
Pero Cárdenas dice que las ceremonias andinas son un ejemplo, porque participan mujeres sacerdotes y que eso no ocurre en la religión católica.
Además, critica que en el casamiento religioso católico los sacerdotes se encarguen de recomendar a las parejas que no deben maltratar a su mujer, cuando ellos no tienen esposa o hijos. “Con qué moral si nunca han tenido mujer”, apunta Cárdenas. Al respecto, Salguero cree que como Bolivia es un Estado laico se debe respectar la forma y las características de cada una de las ceremonias religiosas.
“Estamos en un Estado laico y lo novedoso de este matrimonio andino es que nunca antes se realizó”, dijo la ministra.
Con respecto a las declaraciones del vicepresidente Álvaro García Linera en Semana Santa de que no puede participar de una ceremonia religiosa, porque vivimos en un Estado laico, respondió: “que no existe una religión única y que siempre se apoyan los actos de los católicos y que no hay discriminación con nadie y todos recibirán apoyo del Estado”. Pero, Cárdenas fue más allá y dijo que los matrimonios andinos son parte del proceso de cambio y que es una deuda histórica reconocer las tradiciones ancestrales de los pueblos indígenas.
Al respecto, el asambleísta Jorge Medina afirmó que esta celebración es una forma de recuperar la identidad de los pueblos originarios y que ya era hora de reconocer las ceremonias religiosas de casamiento de los pueblos originarios.
“Con la nueva Constitución este matrimonio tiene validez”, dijo Medina, quien es padrino de una pareja de la comunidad afro boliviana.
Con el sonido de un pututu, la ceremonia central terminó, entonces las parejas comenzaron a salir tomadas de la mano y el presidente Morales bajó del palco para tomarse la foto oficial con sus nuevos ahijados, aunque en las graderías algunos de los invitados comentaban que la tradición del mundo andino es que el padrino sea casado.
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