Centenares de indígenas celebraron una boda colectiva apadrinada por el presidente Evo Morales, con ritos parecidos a la comunión usando hojas de coca y con un acto teatral que simbolizó la violencia de la conquista española y la de las rebeliones indias durante la Colonia.
Las 355 parejas de 11 etnias, muchas en concubinato hace años y con hijos, participaron en el coliseo cerrado Julio Borelli Viteritto en la ceremonia, haciendo compromisos de amor, vistiendo ropas típicas y participando en ritos preparados por los ancianos, sabios y dirigentes de cada grupo indígena.
Morales, de origen aymara, destacó que el acto fue una forma de recuperar la identidad indígena y en tono de broma señaló que le gustó tanto la ceremonia que podía dejar su condición de soltero.
El gobernante, que tiene dos jóvenes hijos de diferentes relaciones, destacó la importancia de fortalecer a las nuevas familias como centro del Estado “plurinacional” que impulsa.
El viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas, dijo que el Estado laico consagrado en la Constitución promulgada por Morales el 2009 respeta la diversidad de cultos religiosos, pero quienes quieren ser “de la religión de la Pachamama, del respeto a la naturaleza”, también tienen derecho a serlo.
Del acto que contó con gente de Pacajaqis, Carangas, Charcas Kara Karam Chipayas, Uru Iruhitos, Kallayawas, Omasuyos, Quillacas, Soras, Lupaqas y afrodescendientes, participaron también parejas llegadas de Argentina, Chile y Nicaragua.
Cárdenas sostuvo que la diversidad mostrada es el reflejo de la condición plurinacional de Bolivia con 36 etnias, culturas y lenguas reconocidas oficialmente (aunque algunas están en extinción). También afirmó que Bolivia no pudo desde que se fundó en 1825, después de la Colonia, construir una identidad propia, lo cual tuvo una consecuencia en la falta del desarrollo. Dijo que la guerra de la independencia en América fue una pelea entre los españoles que vivían acá y los de España por el control y "robo y saqueo" de las riquezas naturales del continente.
Cuestionó la construcción del Estado “colonial y patriarcal, en el que el hombre y el matrimonio occidental discrimina —dijo— a las mujeres”, y defendió otras formas de unión centradas en la complementariedad de los sexos y el respeto por la naturaleza.
En medio de las ceremonias hubo un acto teatral para representar la violencia de conquistadores y sacerdotes llegados de España, pero también la violencia de la rebelión indígena contra los españoles.
Antes hubo matrimonio por lo civil
Las 355 parejas de 11 etnias, muchas en concubinato hace años y con hijos, participaron en el coliseo cerrado Julio Borelli Viteritto en la ceremonia, haciendo compromisos de amor, vistiendo ropas típicas y participando en ritos preparados por los ancianos, sabios y dirigentes de cada grupo indígena.
Morales, de origen aymara, destacó que el acto fue una forma de recuperar la identidad indígena y en tono de broma señaló que le gustó tanto la ceremonia que podía dejar su condición de soltero.
El gobernante, que tiene dos jóvenes hijos de diferentes relaciones, destacó la importancia de fortalecer a las nuevas familias como centro del Estado “plurinacional” que impulsa.
El viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas, dijo que el Estado laico consagrado en la Constitución promulgada por Morales el 2009 respeta la diversidad de cultos religiosos, pero quienes quieren ser “de la religión de la Pachamama, del respeto a la naturaleza”, también tienen derecho a serlo.
Del acto que contó con gente de Pacajaqis, Carangas, Charcas Kara Karam Chipayas, Uru Iruhitos, Kallayawas, Omasuyos, Quillacas, Soras, Lupaqas y afrodescendientes, participaron también parejas llegadas de Argentina, Chile y Nicaragua.
Cárdenas sostuvo que la diversidad mostrada es el reflejo de la condición plurinacional de Bolivia con 36 etnias, culturas y lenguas reconocidas oficialmente (aunque algunas están en extinción). También afirmó que Bolivia no pudo desde que se fundó en 1825, después de la Colonia, construir una identidad propia, lo cual tuvo una consecuencia en la falta del desarrollo. Dijo que la guerra de la independencia en América fue una pelea entre los españoles que vivían acá y los de España por el control y "robo y saqueo" de las riquezas naturales del continente.
Cuestionó la construcción del Estado “colonial y patriarcal, en el que el hombre y el matrimonio occidental discrimina —dijo— a las mujeres”, y defendió otras formas de unión centradas en la complementariedad de los sexos y el respeto por la naturaleza.
En medio de las ceremonias hubo un acto teatral para representar la violencia de conquistadores y sacerdotes llegados de España, pero también la violencia de la rebelión indígena contra los españoles.
Antes hubo matrimonio por lo civil
Pasado
La mayoría de las parejas que se casaron ayer, ya lo hicieron por lo civil un día antes. Otros dijeron que lo harán en breve.
Rito
Autoridades religiosas andinas presidieron las distintas ceremonias. Hubo coca, música, comida y flores.
Las casadas llevarán el apellido de sus maridos
Las parejas consultadas dijeron que se trata de una costumbre
Erick Ortega - Zenobia Tarqui Choqueche nunca más llevará su apellido materno. La mujer ahora debe firmar como Zenobia Tarqui de Mamani porque fue desposada por Omar Mamani. Ayer, se casaron 355 parejas indígenas en el coliseo cerrado Julio Borelli Viteritto y ellas adoptaron el nuevo apellido.
Omar y Zenobia se conocieron desde niños, ambos son de la comunidad Cacachaca, en la provincia Eduardo Abaroa, del departamento de Oruro. Su padrino, Javier Maraza, cuenta que en su pueblo las mujeres están obligadas a llevar el apellido del esposo.
La Razón consultó a 20 mujeres recién casadas y todas afirmaron que adoptarán el apellido del cónyuge; tal como sucede en el matrimonio occidental.
El chipaya Fausto Condori, por ejemplo, dice que respeta las leyes de sus antepasados y que él le dio el apellido a su esposa, Máxima Mamani. “Ellas siempre llevan el apellido del varón”, explicó.
Muy sonriente, el afroboliviano Alejandro Iriondo, de 62 años, dijo: “Nos conocemos con mi señora desde la niñez y estamos enamorados hace 30 años. Tenemos hijos y dos nietos”. El hombre contrajo nupcias con su novia de toda la vida, Teodora Tórrez. Ella declaró que estaba contenta por haber encontrado a un hombre tan trabajador.
La Policía sacó a rastras a activista
Prohibieron captar imágenes del violento desalojo de Galindo
Efectivos de la Policía sacaron del Matrimonio Colectivo con violencia a la activista y periodista María Galindo
La mayoría de las parejas que se casaron ayer, ya lo hicieron por lo civil un día antes. Otros dijeron que lo harán en breve.
Rito
Autoridades religiosas andinas presidieron las distintas ceremonias. Hubo coca, música, comida y flores.
Las casadas llevarán el apellido de sus maridos
Las parejas consultadas dijeron que se trata de una costumbre
Erick Ortega - Zenobia Tarqui Choqueche nunca más llevará su apellido materno. La mujer ahora debe firmar como Zenobia Tarqui de Mamani porque fue desposada por Omar Mamani. Ayer, se casaron 355 parejas indígenas en el coliseo cerrado Julio Borelli Viteritto y ellas adoptaron el nuevo apellido.
Omar y Zenobia se conocieron desde niños, ambos son de la comunidad Cacachaca, en la provincia Eduardo Abaroa, del departamento de Oruro. Su padrino, Javier Maraza, cuenta que en su pueblo las mujeres están obligadas a llevar el apellido del esposo.
La Razón consultó a 20 mujeres recién casadas y todas afirmaron que adoptarán el apellido del cónyuge; tal como sucede en el matrimonio occidental.
El chipaya Fausto Condori, por ejemplo, dice que respeta las leyes de sus antepasados y que él le dio el apellido a su esposa, Máxima Mamani. “Ellas siempre llevan el apellido del varón”, explicó.
Muy sonriente, el afroboliviano Alejandro Iriondo, de 62 años, dijo: “Nos conocemos con mi señora desde la niñez y estamos enamorados hace 30 años. Tenemos hijos y dos nietos”. El hombre contrajo nupcias con su novia de toda la vida, Teodora Tórrez. Ella declaró que estaba contenta por haber encontrado a un hombre tan trabajador.
La Policía sacó a rastras a activista
Prohibieron captar imágenes del violento desalojo de Galindo
Efectivos de la Policía sacaron del Matrimonio Colectivo con violencia a la activista y periodista María Galindo
Según observó La Razón, a unos cinco metros del inicio del problema, Galindo hablaba con el ex viceministro de Descolonización, Idón Chivi. Sin que haya sucedido ningún acto anormal, llegaron seis uniformadas al sitio para sacar a la activista del coliseo cerrado.
Galindo fue alzada por las gradas y después bajada hacia la salida. Ella gritaba: “Yo no he hecho nada, yo no he hecho nada”.
Al llevarla hubo algunas policías que pisaron el cabello de Galindo y no faltó quien le lastimó el rostro. En tanto que otros efectivos del orden prohibieron que los periodistas captasen imágenes del desalojo.
Ya fuera del coliseo, donde la dejaron las policías, Galindo apuntó a autoridades de Gobierno por el acto violento.
Galindo fue alzada por las gradas y después bajada hacia la salida. Ella gritaba: “Yo no he hecho nada, yo no he hecho nada”.
Al llevarla hubo algunas policías que pisaron el cabello de Galindo y no faltó quien le lastimó el rostro. En tanto que otros efectivos del orden prohibieron que los periodistas captasen imágenes del desalojo.
Ya fuera del coliseo, donde la dejaron las policías, Galindo apuntó a autoridades de Gobierno por el acto violento.
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