"Alasita” palabra aymara que significa “cómprame”, es una tradición cuya característica es la masiva compra de productos en miniatura al mediodía del 24 de enero, para luego proceder a su “ch’alla” en las iglesias o con los Yatiris.
Sin duda, al mediodía de mañana las calles estarán intransitables ya que la mayoría de las personas llegarán al punto más cercano para adquirir algún objeto o producto que represente los sueños que uno desea ver concretizados en el transcurso del año que empieza; una maleta para un viaje, un coche para tener uno al año, una bolsa de arroz para tener comida todo el año, billetes, títulos profesionales, etc.
Desde hace varios años la presencia de Juan Ricaldi, un artesano que luego de estudiar la historia del Ekeko, decidió personificarlo se fue ganando el cariño de todos los paceños, tanto que llegó a traspasar las fronteras difundiendo nuestra cultura.
Juan Ricaldi
Ekeko “Hecho en Bolivia”
Juan es un paceño que desde hace 32 años se dedica a la artesanía. Su pasión por las miniaturas y la cultura en general lo llevaron a la Escuela de Bellas artes donde aprendió lo suficiente para vivir de lo que le gusta.
“La fe mueve montañas”, expresó “Ekeko” a tiempo de invitar a todos los bolivianos a visitar el Campo Ferial, donde se realizará la inauguración de la “Alasita”, lugar en la que él con sus más de 170 productos encima le dará la bienvenida y ofrecerá una sorpresa a la altura de esta tradición tan esperada por los paceños.
“Un día me paré frente a mi ropero y como tenía un sombrero por ahí me lo puse y al verme pensé ¿por qué no puedo personificar al “Ekeko”, si ya lo he estudiado tanto?, ahí empezó mi aventura. Al principio era flaquito, con pocas cosas y poco a poco fueron incrementándose los productos que ahora cargo, llevo entre 170 y 180 cosas, por lo que la gente que me ve se admira, porque el peso es casi el doble de un traje de Achachi moreno” dijo.
Hablemos del “Ekeko”...
Mucho antes de la conquista española, vivía en el Altiplano un hombre aymara llamado Iqiqu. Era bajito, humilde, generoso y alegre. Su bondad era tal, que donde iba, daba armonía a las existencias, cultivaba las buenas relaciones, reunía a los enamorados. Por otra parte, daba consejos avisados y su sola presencia garantizaba días felices a todos.
Algunos datos
• Antes, la gente compraba en esta fecha, animales para la reproducción, llevaban al campo vacas, ovejas, chanchos, etc.
•Las personas también compraban “Ekekos” y productos de la canasta familiar.
•La festividad era sólo de un día (máximo dos) porque al tercer día se acababa todo, no había más mercado.
•La primera feria se realizó en la zona de Santa Bárbara, porque era una Apacheta, un lugar ritual.
•Posteriormente se fue a la Plaza Murillo, porque ahí estaba la Catedral.
•Antes, la festividad se realizaba con Misa, procesión, entre otros ritos, era mucho más grande de lo que es ahora.
•La gente después de comprar sus miniaturas iba donde el Yatiri y también corría a la Iglesia Católica para pedir la bendición.
•El día 24 en todas las plazas y los atrios de las iglesias se concentran los mercados provisionales para que toda la gente pueda adquirir sus productos a las 12:00 horas en punto.
•La Alasita es un mercado de bienes simbólicos, no es un mercado cualquiera.
•El mediodía del 24 de enero pasa algo mágico, la ciudad se transforma, todo el mundo puede ser millonario, tener autos, casas y aquellos objetos deseados.
•12 en punto es la mitad del día, son momentos muy importantes en la ritualidad Andina.
•Lo importante es que se vaya con fe, mucho convencimiento conciencial, tu deseo no solamente es un bien material sino espiritual, porque lo hacemos en sociedad, en comunidad, si lo hiciéramos de manera aislada no resultaría.
•Compramos billetes, los hacemos ch´allar y luego repartimos a todos nuestros seres queridos o amigos para sentir que uno es millonario y puede regalar dinero a otros.
•Si se quiere una casa deberíamos ch´allarla con amigos.
•Si se quiere un esposo podemos comprar un gallo, el mismo también debe ser ch´allado.
Fuente: David Mendoza Salazar, sociólogo investigador.
Sin duda, al mediodía de mañana las calles estarán intransitables ya que la mayoría de las personas llegarán al punto más cercano para adquirir algún objeto o producto que represente los sueños que uno desea ver concretizados en el transcurso del año que empieza; una maleta para un viaje, un coche para tener uno al año, una bolsa de arroz para tener comida todo el año, billetes, títulos profesionales, etc.
Desde hace varios años la presencia de Juan Ricaldi, un artesano que luego de estudiar la historia del Ekeko, decidió personificarlo se fue ganando el cariño de todos los paceños, tanto que llegó a traspasar las fronteras difundiendo nuestra cultura.
Juan Ricaldi
Ekeko “Hecho en Bolivia”
Juan es un paceño que desde hace 32 años se dedica a la artesanía. Su pasión por las miniaturas y la cultura en general lo llevaron a la Escuela de Bellas artes donde aprendió lo suficiente para vivir de lo que le gusta.
“La fe mueve montañas”, expresó “Ekeko” a tiempo de invitar a todos los bolivianos a visitar el Campo Ferial, donde se realizará la inauguración de la “Alasita”, lugar en la que él con sus más de 170 productos encima le dará la bienvenida y ofrecerá una sorpresa a la altura de esta tradición tan esperada por los paceños.
“Un día me paré frente a mi ropero y como tenía un sombrero por ahí me lo puse y al verme pensé ¿por qué no puedo personificar al “Ekeko”, si ya lo he estudiado tanto?, ahí empezó mi aventura. Al principio era flaquito, con pocas cosas y poco a poco fueron incrementándose los productos que ahora cargo, llevo entre 170 y 180 cosas, por lo que la gente que me ve se admira, porque el peso es casi el doble de un traje de Achachi moreno” dijo.
Hablemos del “Ekeko”...
Mucho antes de la conquista española, vivía en el Altiplano un hombre aymara llamado Iqiqu. Era bajito, humilde, generoso y alegre. Su bondad era tal, que donde iba, daba armonía a las existencias, cultivaba las buenas relaciones, reunía a los enamorados. Por otra parte, daba consejos avisados y su sola presencia garantizaba días felices a todos.
Algunos datos
• Antes, la gente compraba en esta fecha, animales para la reproducción, llevaban al campo vacas, ovejas, chanchos, etc.
•Las personas también compraban “Ekekos” y productos de la canasta familiar.
•La festividad era sólo de un día (máximo dos) porque al tercer día se acababa todo, no había más mercado.
•La primera feria se realizó en la zona de Santa Bárbara, porque era una Apacheta, un lugar ritual.
•Posteriormente se fue a la Plaza Murillo, porque ahí estaba la Catedral.
•Antes, la festividad se realizaba con Misa, procesión, entre otros ritos, era mucho más grande de lo que es ahora.
•La gente después de comprar sus miniaturas iba donde el Yatiri y también corría a la Iglesia Católica para pedir la bendición.
•El día 24 en todas las plazas y los atrios de las iglesias se concentran los mercados provisionales para que toda la gente pueda adquirir sus productos a las 12:00 horas en punto.
•La Alasita es un mercado de bienes simbólicos, no es un mercado cualquiera.
•El mediodía del 24 de enero pasa algo mágico, la ciudad se transforma, todo el mundo puede ser millonario, tener autos, casas y aquellos objetos deseados.
•12 en punto es la mitad del día, son momentos muy importantes en la ritualidad Andina.
•Lo importante es que se vaya con fe, mucho convencimiento conciencial, tu deseo no solamente es un bien material sino espiritual, porque lo hacemos en sociedad, en comunidad, si lo hiciéramos de manera aislada no resultaría.
•Compramos billetes, los hacemos ch´allar y luego repartimos a todos nuestros seres queridos o amigos para sentir que uno es millonario y puede regalar dinero a otros.
•Si se quiere una casa deberíamos ch´allarla con amigos.
•Si se quiere un esposo podemos comprar un gallo, el mismo también debe ser ch´allado.
Fuente: David Mendoza Salazar, sociólogo investigador.
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