Desde que tenía siete años, Juan Santos aprendió a manejar con destreza la aguja y el hilo para ayudar a su padre, Ramiro Santos, en la confección cotidiana de los trajes folclóricos que demandaban los danzarines de la fiesta del Señor del Gran Poder.
Cada tarde, después de sus clases, se dirigía al taller de su progenitor, ubicado en la calle Los Andes. “Mis compañeros me invitaban a jugar fútbol, pero no podía porque mi papá necesitaba mi ayuda, y no podía fallar”.
Actualmente, Juan tiene 24 años y se ha convertido en el maestro del taller Sagitario, que día a día recibe pedidos de diferentes festividades, pero sobre todo para la fiesta mayor de los Andes, cuyos trajes deben ser elaborados con el mayor cuidado y gran habilidad.
La jornada laboral de Juan y sus cuatro operarios comienza a las 06.00, ya que en estas fechas su trabajo aumenta y la presión también, pues deben entregar los trajes en la fecha acordada con los fraternos. “Cada diseño es una creación nuestra. A pesar de que se coordina con los fraternos, nosotros somos los que materializamos, los que nos desvelamos, a veces hay peleas entre nosotros mismos, pero, al final, cuando vemos los trajes, nos sentimos orgullosos y más cuando nuestros diseños son elogiados en la entrada”.
Adela Gutiérrez, bordadora del taller Aurorita, señala que para diseñar un traje de moreno se requiere gran dedicación, creatividad y paciencia. “Hay que tener un don para este arte, e incluso para agarrar la aguja, el hilo y las tijeras”.
Destaca que su tienda confeccionó en 2011 el vestuario para la morenada Señorial Illimani, que fue la ganadora.
Los artistas silenciosos. Cada año, los danzarines renuevan su vestuario a fin de acumular puntos y sobresalir durante el recorrido festivo; las autoridades elogian los diseños, pero muchas veces se olvidan de los verdaderos creadores: bordadores, artesanos, operarios, cortadores, joyeros, modistas, sastres y zapateros, entre otros, que con paciencia, creatividad y dedicación son los verdaderos artistas de la fiesta mayor de los Andes.
“Cada uno de mis diseños son exclusivos. En cada trabajo que me piden le pongo alma, vida y corazón. En este oficio hay que ser paciente y creativo para agradar al cliente”.
David Paredes / ARTESANO
2 semanas faltan para el despliegue de la Entrada del Gran Poder, en la que participarán más de 65 fraternidades.
Según los bordadores de la calle los andes, la mayoría de los trajes folclóricos ha pasado por una variación en su diseño. La artesana Lidia Ramos señaló que, principalmente, los trajes de los morenos son los que más cambian en cuanto a diseño y color. “Hay fraternos que quieren escudos de equipos de fútbol internacionales, como el Barcelona, Real Madrid, entre otros. Todos bordados a mano”. En las variaciones también se incorporan nuevas técnicas, como que el bordado incluya el collage en los trajes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario