La historia de la entrada del Señor Jesús del Gran Poder se remonta a la década de los 20, en las populosas calles Illampu y Max Paredes, cuando se constituyó el primer directorio de la Diablada Juventud Tradicional Unión Bordadores, actualmente Asociación Mixta de Artistas Bordadores Autodidactas (AMABA).
Simón Quisberth, un bordador de trayectoria reconocida en AMABA, falleció en 2010. Y con la intención de mantener vivo el arte de su padre, sus hijos Natalio y Víctor crearon este año un pequeño museo familiar.
“Esta iniciativa nace en homenaje a mi padre, aquí está parte de la historia del Gran Poder, y sus obras son todo un legado artesanal”, explicó Natalio mientras enseñaba un disco en vinilo de la banda Pagador de Oruro.
Una banda de bronces compuesta por 15 músicos, en 1966, y que llegó a La Paz para acompañar a los bordadores con el nombre de Selección de Oruro.
“MAESTROS CLEFEROS”. Víctor, hijo del artesano Quisberth, admite que su padre era un crítico del bordado paceño, sobre todo de los maestros que “por el poco tiempo que le dedican a sus obras y por la cantidad de gente que actualmente practica las diferentes danzas, los bordadores —decía de su padre— son maestros que se dedican a 'clefear' y ya no practican el bordado que se hacía a mano en épocas antiguas”.
La crítica de Simón Quisberth se sustentaba en que, en los 40, esta fraternidad hacía constatar al público expectante en Chijini que los bailarines eran creativos y habían confeccionado sus disfraces y máscaras, un arte que modelaban y que, luego, se sometían a concursos.
Y Natalio recuerda que “las entradas en 1965 sólo hacían el recorrido de una vuelta en la cancha El Tejar, pero que el disfraz les servía para tres días y las matracas eran exclusivamente elaboradas con el caparazón del quirquincho”. Su padre pensaba que “mientras más libre y al viento debía estar este instrumento sonaba mejor”.
En los 50 se realizaban los trajes de los morenos con piedras traídas desde Japón. Posteriomente fueron cambiadas por perlas traídas de China y finalmente optaron por comprarlas del Perú.
Antes de la existencia de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder, por la zona del Cementerio existía un determinado orden para que los bailarines participaran con su fastuosidad. Pero en días de entierro, el lugar tenía tumulto de personas que bailaban y de otras en duelo.
Fue así que en la década de los 70 se formó la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder.
1927 MUTUAL BORDADORES funda su asociación y ésta sería la fraternidad más antigua del Gran Poder, posteriomente nacen otros fraternos con sus danzas.
Pelea campal
Cuentan los hermanos Quisberth que, en 1965, los bailarines de la morenada Ejes Central Fanáticos de Achacachi bajaban por la calle Baptista, y cuando llegaban a la Calatayud se encontraron con la morenada Unión de Bordadores. Como las fraternidades no tenían orden de llegada ni participación, protagonizaron una pelea campal.
Un cura de apellido Camacho organizó el Comité del Gran Poder y sorteó la participación. En primer lugar la Diablada Unión de Bordadores; en segundo, la Morenada Eloy Salmón y en tercero, la Unión de Bordadores.
Simón Quisberth, un bordador de trayectoria reconocida en AMABA, falleció en 2010. Y con la intención de mantener vivo el arte de su padre, sus hijos Natalio y Víctor crearon este año un pequeño museo familiar.
“Esta iniciativa nace en homenaje a mi padre, aquí está parte de la historia del Gran Poder, y sus obras son todo un legado artesanal”, explicó Natalio mientras enseñaba un disco en vinilo de la banda Pagador de Oruro.
Una banda de bronces compuesta por 15 músicos, en 1966, y que llegó a La Paz para acompañar a los bordadores con el nombre de Selección de Oruro.
“MAESTROS CLEFEROS”. Víctor, hijo del artesano Quisberth, admite que su padre era un crítico del bordado paceño, sobre todo de los maestros que “por el poco tiempo que le dedican a sus obras y por la cantidad de gente que actualmente practica las diferentes danzas, los bordadores —decía de su padre— son maestros que se dedican a 'clefear' y ya no practican el bordado que se hacía a mano en épocas antiguas”.
La crítica de Simón Quisberth se sustentaba en que, en los 40, esta fraternidad hacía constatar al público expectante en Chijini que los bailarines eran creativos y habían confeccionado sus disfraces y máscaras, un arte que modelaban y que, luego, se sometían a concursos.
Y Natalio recuerda que “las entradas en 1965 sólo hacían el recorrido de una vuelta en la cancha El Tejar, pero que el disfraz les servía para tres días y las matracas eran exclusivamente elaboradas con el caparazón del quirquincho”. Su padre pensaba que “mientras más libre y al viento debía estar este instrumento sonaba mejor”.
En los 50 se realizaban los trajes de los morenos con piedras traídas desde Japón. Posteriomente fueron cambiadas por perlas traídas de China y finalmente optaron por comprarlas del Perú.
Antes de la existencia de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder, por la zona del Cementerio existía un determinado orden para que los bailarines participaran con su fastuosidad. Pero en días de entierro, el lugar tenía tumulto de personas que bailaban y de otras en duelo.
Fue así que en la década de los 70 se formó la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder.
1927 MUTUAL BORDADORES funda su asociación y ésta sería la fraternidad más antigua del Gran Poder, posteriomente nacen otros fraternos con sus danzas.
Pelea campal
Cuentan los hermanos Quisberth que, en 1965, los bailarines de la morenada Ejes Central Fanáticos de Achacachi bajaban por la calle Baptista, y cuando llegaban a la Calatayud se encontraron con la morenada Unión de Bordadores. Como las fraternidades no tenían orden de llegada ni participación, protagonizaron una pelea campal.
Un cura de apellido Camacho organizó el Comité del Gran Poder y sorteó la participación. En primer lugar la Diablada Unión de Bordadores; en segundo, la Morenada Eloy Salmón y en tercero, la Unión de Bordadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario