sábado, 18 de febrero de 2017

El colombiano Mantrax le canta al carnaval chapaco


En los mercados y centros públicos de Tarija, con su parlante y su guitarra, el cantante colombiano Carlos Mantrax se abre camino en la música interpretando tanto canciones del ayer, como rock, salsas, tangos o folclore de los diversos países que ha conocido.

Este hombre que se enamoró de Tarija, está dándose a conocer en estos últimos días por su “Canción del Carnaval”, en la que homenajea a esta tierra a su manera.

De Colombia a Tarija

Juan Carlos Mantrax siempre estuvo prendado de la música, en su natal Colombia tenía el sueño de recorrer Latinoamérica desde su país hasta la Argentina, solo cantando. Así que un día se retiró de la fábrica en que trabaja, con el dinero que tenía y su guitarra tomó rumbo hacia el Ecuador.

De allí viajó por toda la costa, cantando junto al mar, visitando cada pueblo en camino por uno o dos días, durmiendo en hoteles, reuniendo dinero al cantar y prosiguiendo luego el viaje. Así llegó a Perú  donde decidió dejar el mar y adentrase en el país hasta llegar a la frontera con Bolivia y cruzar por

Desaguadero.

En el país su trayecto fue muy similar a los otros lugares, yendo de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo hasta llegar a Villazón, donde decidió seguir su viaje pasando por Tarija como una escala más, sin imaginar que se quedaría.

Al principio hizo lo que en otros logares, hospedándose en un hotel  y cantando en los mercados y lugares públicos de la ciudad, hasta que algo cambió. “Descubrí como una magia en esta ciudad, algo que me fue atrapando y me fue gustando, hasta que me dije: yo me tengo que quedar aquí. Entonces me salí del hotel y alquilé un cuarto”, cuenta el cantante viajero.

Desde entonces han pasado tres años, actualmente Mantrax sigue viviendo de su música y de ocasionales trabajos de la madera, que son más un pasatiempo para él.

Canción del carnaval

Hace cuatro meses el colombiano, enamorado ya de Tarija, inició la composición de un tema al que tituló sencillamente “Canción del carnaval” y empezó a tocarla en los mercados de la ciudad, cantándola con el papel en la mano mientras la iba arreglando todavía.

La canción arranca que con la copla “Que suenen los violines y suene mi voz, va llegando el carnaval”. Habla de la cultura tarijeña: los chapacos, la cueca, el vino, el carnaval, la Entrada de Integración y más sutilmente refiere a la reivindicación marítima nacional. “Dice que ‘la fiesta tarijeña es tan grande como ese mar que aguardando está’, y aunque quizá algunos no lo captan, para mi hablar del mar es hablar de Bolivia y de Tarija”, manifestó el artista.

El estilo musical de Mantrax  es difícil de clasificar y esta canción es prueba de ello, ya que en sus acordes se sienten sonidos de la cueca, la chacarera y el rock, conservando la esencia tradicional. “Es como cuando a un plato de sopa se le echa ese ají, porque uno se está comiendo la sopa, pero siente el ají, a esta canción yo le puse mucho sabor tarijeño”, dice el colombiano.

La Canción del carnaval, pese a no ser tomada en cuenta por las autoridades culturales de Tarija, tuvo muy buena acogida entre la población especialmente desde que Matrax empezó a pasar por varias radioemisoras de la ciudad. “No me interesa tanto el afán económico de la canción, sino poder difundirla y saber que un pueblo la recibe con satisfacción”, afirma él.

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