domingo, 6 de noviembre de 2016

Las “Ñatitas” forman parte de las creencias populares

Ñatitas (calaberas)
Desde las primeras horas de mañana el Cementerio General de La Paz, recibirá este martes 8 de noviembre, una gran cantidad de devotos de la festividad de “Las Ñatitas”- Seguramente numerosas de personas visitarán las capillas del camposanto, acompañados por cráneos humanos decorados con flores, gorras, gafas o sombreros.

DOGMA 

Para la Iglesia Católica este tipo de prácticas va en contra del dogma y el descanso de los restos humanos en un camposanto. La Iglesia cree que se debe respetar a una persona en su paso por la vida y mantener el espacio al espíritu que tomó el camino de la vida eterna.

De acuerdo al texto “Su día de ellos es”, de la antropóloga Luz Castillo Vacano, si bien la posición de la Iglesia Católica no condice con la fiesta de las “Ñatitas”, en los hechos y en el marco de lo que ocurre en el Cementerio General de la ciudad y en otros camposantos, aquélla asume una posición ambigua al permitir el uso de la capilla del Cementerio y las fosas donde se encuentran algunas de ellas.

Generalmente, los creyentes se proveen de agua bendita. Un párroco ofrece en este acontecimiento la liturgia de la palabra en el mismo Cementerio.

 LAS ÑATITAS 

 Castillo, explica que la “Ñatita”, es un cráneo humano de persona adulta, ya sea del sexo masculino o femenino. “También existen ñatitas de adolescente y niños, que presentan la parte de la cabeza, los orificios correspondientes a las orbitas de los ojos y a las fosas nasales, y uno o dos maxilares, superior e inferior, con todos o varios dientes o ninguno”, explica la experta.

CREENCIAS

Los propietarios o creyentes las consideran como objetos dotados de alma, y por tanto de veneración. Incluso hay quienes piensan que están dotadas de razón, inteligencia y voluntad, características atribuidas al hecho de que el alma de una persona fallecida estaría encarnada en ellas.

RECIPROCIDAD 

“El creyente y la ´Ñatita´, suelen establecer una relación de reciprocidad ritual de intercambio de favores, beneficios o dones. Esta forma de concebir a la “Ñatita” -en principio- se sustenta en la creencia de la vida después de la muerte, pero también en que es posible interactuar con el alma del que haya muerto”, señala un fragmento del texto de la autora.

Las ñatitas, son cuidadas afablemente, así se pone especial cuidado de preservarlas de agresiones externas colocándolas en recipientes especiales. Se utiliza urnas de vidrio y madera o cofres que son interpretados como una especie de “camas” para la “Ñatita”.

La puerta de estos recipientes suele abrirse para que el propietario deposite objetos en calidad de ofrenda.

PRESTE 

Castillo Vacano, sostiene además, que el momento más importante en la veneración a la “Ñatita”, es el 8 de noviembre. “Ese día es transportada por el creyente a una iglesia para que esta “oiga misa”.

Lo que se produce en realidad es una liturgia por el descanso de las almas, pues la Iglesia Católica no admite este culto, después de la “misa”, en el templo o capilla del Cementerio, la “Ñatita”, es venerada por uno o más creyentes que le hacen ofrendas y peticiones.

Posteriormente a esta actividad, los propietarios con suficientes recursos económicos realizan un preste, es decir, una fiesta de agasajo similar a la que se ofrece a un santo o virgen de la iglesia Católica.

COSTUMBRES 

En otro fragmento del texto, Castillo, explica que las familias las emplean, para cuidar la casa de los ladrones, aunque existen culturas de trabajo que las usan para fines concretos, como los llamados, yatiris (adivinos aymaras), que usan a las calaveritas para ubicar bienes perdidos, en la esperanza de que los ladrones devuelvan el botín, además para curar enfermedades.

Unas 23 “ñatitas ” protegen la salud y el trabajo de Leticia

Ñatitas (calaberas)
Hace 25 años, Teófilo una "ñatita” (calavera) llegó en una caja a la casa de Leticia Plaza. Ella en lugar de deshacerse lo cuidó, le rindió culto y ahora él junto a otras 22 calaveritas la protegen y la ayudan en la salud y el trabajo.

"Mis ñatitas son mis protectoras. Me cuidan bastante y no sólo a mí, sino a toda mi familia, a mis hijos, a mis nietos y a mis clientes”, relata la mujer que desde hace algunos años se convirtió en consejera espiritual.

Las ñatitas son cráneos de personas que fallecieron trágicamente y sus almas vagan en la tierra. Se dice que realizan favores pero a cambio necesitan que se les recompense con dulces, cigarros, flores y alcohol.

Si se les tiene fe ayudan en la salud, trabajo y educación, pero también pueden provocar desgracias si no se cumple con las promesas que les realizan. Doña Leticia reconoce que las calaveritas la ayudan bastante en su labor. "Gracias a ellas no me falta trabajo.

Son parte importante de este campo espiritual, porque son quienes brindan su apoyo a los que los necesitan”, destaca orgullosa. Sin embargo, afirma que a veces "también se vuelven flojas” y no colaboran.

"Yo les coloco siempre sus velitas y sus flores. Pero cuando me hacen renegar y no obedecen no les doy nada; es más, les reclamo la razón de la falta de apoyo.

 Me enojo como si fuesen personas y estarían aquí, a mi lado”, El martes 8 de noviembre, los paceños sacan a sus ñatitas de sus casas y las llevan al Cementerio General para venerarlas, con diferentes rituales.

Esta celebración cada año convoca más gente, por lo que va en crecimiento. Leticia asegura que ella también festejará a sus 23 ñatitas, de las cuales 20 son de varones y tres de mujeres. "Les llevaré al Cementerio serán agasajadas por la gente.

Ahí los que les conocen les traen cigarrillo, coca, dulces y alcohol”, explica. Teófilo, Gualberto, Rosita, Isaac, Tomás, Luis, José, José Luis, Armandito, Pedro, Pedrito, Moisés, Roberto, Alberto, Manuel y otros son las ñatitas que la acompañarán ese día al igual que los tres "gentiles” (cráneos recogidos de los cerros).

Control El administrador del camposanto, Ariel Conitzer, indicó en Unitel que para ese día se espera la asistencia de 10.000 personas. Se controlará el ingreso con el despliegue de 200 efectivos policiales y de la Guardia Municipal.

"Se tendrá a 120 funcionarios de la Alcaldía para el control interno del Cementerio y a 80 efectivos de la Policía. El consumo de bebidas alcohólicas está prohibido dentro de este espacio”, precisó. Para el ingreso se habilitarán cuatro puertas del Cementerio, la principal, la cuatro y la ocho que están sobre la avenida Baptista y la nueve, en la avenida Entre Ríos, altura del teleférico.

Las puertas del Cementerio General se abrirán a las 8:00 y se cerrarán a las 17:00. Los mausoleos de Bautista Saavedra y de Pando serán acordonados por seguridad.

Se evitará el ingreso de personas en estado de ebriedad que podrían generar conflictos e inseguridad. Seguridad Ñatitas Son los que fallecieron de forma trágica y por ello sus almas vagan en la tierra. Nombres Las personas que tienen a las ñatitas no eligen cualquier nombre, sino que ésta les avisa a través de los sueños.

Celebración 

En Bolivia el 8 de noviembre se venera a las ñatitas (cráneos humanos). Bendición El cura del Cementerio General no bendice a las ñatitas, pero los monaguillos son quienes les echan el agua bendita. Control 200 efectivos policiales y guardias municipales controlarán el camposanto para que no se ingrese con bebidas alcohólicas.

En época prehispánica usaron el ají y la hoja de coca como dinero

"Tanto la coca como el ají fueron consumidos como alimentos y medicinas y circularon en el circuito de bienes suntuarios y simbólicos ampliamente apetecidos.

Poco a poco fueron convertidos en productos o medios de cambio por los poderes que se les atribuían y los beneficios que prodigaban a la población”. Así explica Carmen Beatriz Loza cómo esos dos artículos fueron utilizados en tiempos prehispánicos como una especie de monedas, más allá de ser bienes de consumo.

El estudio que elaboró al respecto se denomina Circulación de Moneda-Mercancía e intermediación en tiempos prehispánicos. El texto forma parte del libro Historia Monetaria de Bolivia, editado por el Banco Central de Bolivia (BCB).

¿Qué es el dinero mercancía? 

La autora explica que es aquel recurso cuyo valor fundamentalmente proviene del bien del cual se compone. "El dinero mercancía consiste en bienes u objetos que tienen valor por sí mismos, además del valor de cambio al ser utilizado como moneda”, explica en el informe.

Loza establece que el dinero mercancía comprendía productos de diverso origen, como:

- Bienes de consumo ceremonial: mullu (un molusco), caracolas, coca; y

- Bienes económicamente útiles: ají, coca.

"Si bien no existió una moneda en el sentido moderno, lo que circuló fue una moneda-mercancía que podía ser mullu, coca, ají, dependiendo del espacio y del tiempo”, se lee en el documento.

Las monedas mercancías, establece el estudio, funcionaban como medio de intercambio, medio de pago y medio de acumulación de riqueza. En el libro se explica que en el mundo andino existieron mercados donde se efectuó un conjunto de transacciones o acuerdos de intercambio de bienes o servicios entre individuos o asociaciones de individuos.

La autora aclara que el mercado no hace referencia directa al lucro o a las empresas, sino simplemente al acuerdo mutuo en el marco de las transacciones.

¿Pero cómo se dio origen a este fenómeno? 

La investigadora indica: "El gran flujo de mercaderes y bienes, de diversos orígenes técnicos, dedicados a la intermediación, dieron nacimiento a las llamadas monedas-mercancías que no son monedas en el sentido moderno”. Equivalencias y valoraciones Se desconoce las equivalencias y las valoraciones de las monedas-mercancías.

Tampoco se sabe la velocidad con que la chaquira, el ají y la coca fueron reconocidos como medidas de valor, dejando de ser sólo bienes. "Se las reconoció convencionalmente como medidas de valor, de tal suerte que las poblaciones realizaron cálculos en números de chaquiras, en vainas de ají o puñados de coca, adquiriendo un valor adquisitivo”, indica la autora.

En el libro se indica que el mullu fue valorizado como tesoro y que pesaba más que el oro, la plata y los tejidos más finos, debido a que las conchas y sus derivados procedían de las profundidades del mar, y por ello eran consideradas "hijas del mar”. "No conocemos la velocidad en que fue adoptado el mullu y la chaquira y sólo se sabe que su circulación se irradió a lo largo del Tawantinsuyu…”, dice el estudio.

En el documento también se indica que existieron especialistas en todos los tambos, ocupados en limpiar caracolas, pulirlas y tallarlas antes de transportarlas.

El adiós al trueque 

La autora explica la época en que circuló este tipo de "monedas-mercancías”, fue "la primera etapa que tuvo el dinero”, la cual además puso fin al trueque. En el informe se aclara que el "dinero-mercancía” es similar a esa práctica de intercambio, pero que se diferencia de éste "por ser una única unidad reconocida de intercambio”.

Gabriel Loza Tellería, expresidente del BCB, escribió una reseña del libro y expresó lo que sigue: "Lo más curioso es que el oro y la plata, como el cobre, no fueron moneda-mercancía como en otras partes del mundo, puesto que fueron demandados para fines ceremoniales y su posesión tenía valor religioso o de poder político, pero nunca fueron medios de intercambio, aunque sí de acumulación.

Se dice que antes de la llegada de los españoles ya se conocía la plata del cerro de Potosí pero su valor era de uso y ceremonial”.